En medio de una situación internacional inestable, las cifras que Caja de Extremadura presentó ayer en su asamblea general ordinaria apuntan a su condición de líder entre las entidades con implantación en la comunidad autónoma. Su presidente, Jesús Medina Ocaña, anunció que la caja de ahorros dispondrá de un fondo de 3,6 millones de euros (600 millones de pesetas) de "financiación solidaria" para créditos con bajos tipos de interés, destinado a colectivos necesitados socialmente.

La Obra Social y Cultural contará con un presupuesto de 14,4 millones de euros (1.800 millones de pesetas), frente a los 9,6 millones de euros (1.600 millones de pesetas) del año anterior.

La caja tuvo un beneficio antes de impuestos de 38,6 millones de euros en el 2002 (6.485 millones de pesetas), 1,8 millones más que el año anterior, y aumentó su cuota de mercado en la región un 0,67% (en torno al 26%).

El director general de la entidad de ahorro, Florentino Reinoso, detalló ante la asamblea la evolución del negocio de la caja y señaló que aumentó un 13% la captación de recursos y el 15% la inversión crediticia, "que sube frente a las pérdidas que han tenido los bancos". La solvencia de Caja de Extremadura se halla en el 14,6%, según Reinoso, frente al 8% mínimo exigido.

La entidad extremeña tiene 2.200 empleados, 240 oficinas (10 fuera de la comunidad autónoma) y 785.000 clientes. En el último ejercicio 108 trabajadores se acogieron a la prejubilación y fueron sustituidos por 90 empleados jóvenes. Según dijo Medina, se está fomentando la carrera profesional dentro de los empleados de la entidad, permitiendo que 69 trabajadores hayan ascendido de categoría.

El presidente de Caja de Extremadura habló ante la asamblea sobre la situación económica mundial, "que también afecta a Extremadura", de manera que se ha dejado notar la deflación económica de los mercados de Estados Unidos, Japón y Alemania.

Además, señaló que los analistas hablan de un estancamiento de la economía "no tanto por la guerra de Irak como por sus efectos", un estancamiento que traerá consigo una reducción del consumo y de la inversión.