El presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo, reitera que las alianzas a las que acudirá la entidad financiera serán aquellas que supongan "un menor coste social" para la entidad y descarta una fusión entre las dos cajas extremeñas, ya que esa opción "no reforzaría el sistema financiero extremeño", según recoge la agencia Europa Press.

También deja clara la intención de abogar por la integración de Caja Extremadura en un Sistema Institucional de Protección (SIP), pero matiza que "no se irá a ningún SIP que produzca solapamiento de oficinas".

En este sentido, indica que los órganos de gobierno de la entidad financiera están "analizando las opciones que hay en el mercado" para que Caja de Extremadura entre a formar parte de un grupo que garantice "la mayor autonomía posible", y que mantenga "la imagen".

Bravo recalca que la decisión que se adopte tendrá que sostenerse en cinco principios básicos como son el "respeto a la naturaleza jurídica de las cajas", que sea "un proyecto viable y tenga continuidad y futuro", "que esas alianzas supongan el menor coste social posible", "que se refuerce el sistema financiero extremeño" y que "se mantenga la mayor autonomía para Caja Extremadura".

El presidente reconoce que "la posibilidad ideal" sería que Caja Extremadura "siguiera sola", pero reconoce que "aunque esto es posible, no sería una decisión acertada", teniendo en cuenta el escenario económico actual y la crisis financiera que se está viviendo.

"Todos deseamos no estar en este escenario pero si queremos atender más y mejores proyectos hay que buscar alianzas que refuercen la entidad". "Hay que buscar valor y solvencia para que Extremadura pueda presentar grandes proyectos".

Para que estas alianzas sean posibles, Bravo señala que hay que desarrollar jurídicamente la figura del SIP y esta circunstancia "no debería tardar mucho". Una vez que este hecho se produzca, se analizarán "todas las posibilidades" en los órganos de dirección de Caja de Extremadura y "se decidirá en qué grupo se integra".