Caja Extremadura tiene de plazo hasta el próximo lunes para comunicar al Banco de España cuál es su estrategia de cara a futuro: si piensa seguir en solitario o si participará en algún proyecto de integración con otras cajas. Las otras tres entidades que tomaron parte en la fallida alianza para poner en marcha Banco Base --CajAstur y Caja Cantabria, a las que previsiblemente va a continuar vinculada la entidad extremeña, y la CAM-- tienen también como límite esa misma fecha para dar a conocer al supervisor sus planes de futuro.

Por otro lado, la Junta General Ordinaria y Extraordinaria de Banco Base, que estaba convocada para ayer en Madrid, finalmente no tuvo lugar, por lo que se pospuso para hoy en segunda convocatoria. A pesar de que responsables de las cajas accionistas de Banco Base estuvieron ayer en la sede de la entidad, fuentes cercanas a esta operación calificaron como algo "normal" este retraso. El orden del día de esta junta, convocada el 28 de febrero --antes de la ruptura del SIP--, incluía la aprobación de las cuentas anuales y del informe de gestión de Banco Base, así como de las diferentes operaciones de traspaso de negocio financiero y ampliación de capital.

Estas mismas fuentes consideraron poco probable que la desintegración de la alianza entre las cuatro cajas que conformaban Banco Base acabe en los tribunales. "Es imposible que se pueda pedir compensación (por parte de la CAM) desde el mismo momento en el que el acuerdo no se ha roto", indicaron, ya que, incidieron, el contrato de integración se modificó para incluir una cláusula suspensiva que le restaba toda efectividad hasta que las asambleas diesen luz verde al traspaso de activos y pasivos a la sociedad central.

En cuanto a quién se quedará finalmente con la ficha bancaria de Banco Base --o la CAM o una posible unión entre las otras tres cajas--, reconocieron como opción más "lógica" que fuese a parar a la caja alicantina --la única que aprobó ceder su negocio financiero al banco.