El presidente de Caja Rural de Extremadura, Román Prieto, no contempla la hipótesis de que el Banco de España rechace la salida de la entidad extremeña del Sistema Institucional de Protección (SIP) creado en el 2010 con Caja Rural del Sur y Caja Rural de Córdoba, después de que estas oficializaran su ruptura "amistosa". Así lo reiteró ayer tras avanzar que el próximo lunes se presentará de forma oficial al Banco de España el acuerdo al que han llegado las tres entidades financieras.

Este consenso, la circunstancia de que cada una de las entidades sea viable por sí sola y la creencia de que el Banco de España solo basará su decisión en criterios técnicos es lo que, según dijo Prieto, hacen que en ningún momento se plantee un escenario desfavorable. "No encuentro elementos de juicio técnico ni imponderables en ningún sentido como para que no permita a Caja Rural de Extremadura salirse del SIP", insistió.

Sobre el futuro de la entidad, el presidente aseguró que tienen preparados estudios e informes de viabilidad para cada una de las situaciones posibles. Así existe un "plan para andar solos", porque la entidad no tiene ningún problema de solvencia que impida que actúe en solitario en un futuro próximo. También en caso de que el Banco de España crea conveniente, "incluso para nuestra comunidad", que Caja Rural de Extremadura tenga como socia a Cajalmendralejo, algo que, según Prieto, es una idea "válida" y personalmente "me encantaría".

Añadió que sus estudios también contemplan la posibilidad de alianzas con otras entidades de fuera de la comunidad autónoma del sector de las cajas rurales. En este sentido, recalcó que hasta ahora estas entidades no han necesitado ayudas públicas de ningún tipo y lamentó que se les considere "las hermanas pobres" del sistema financiero español, a pesar de que su cuota de mercado nacional es superior al 12%, cuando ninguna de ellas ha tenido que recurrir al "papá Estado", pues cuando ha habido problemas han recurrido a los fondos propios de este grupo de entidades.