Los consejos rectores de Caja Rural de Extremadura y Caja Rural del Sur acordaron ayer un proceso de integración de balances que dará lugar a una cooperativa de segundo grado o grupo cooperativo. Este Sistema de Protección Institucional (SIP), dado a conocer la semana pasada, estará abierto a otras cajas rurales que compartan sus "valores y visión de futuro, en aras a mejorar su solvencia y eficiencia", aseguró la entidad extremeña.

Esta fusión fría dará lugar a la tercera mayor caja rural del país por volumen de activos y a la primera por margen de explotación y tesorería. Caja Rural de Extremadura confirmó que han dado su visto bueno al proceso el Banco de España y las autoridades competentes de Extremadura y Andalucía.

El domicilio social de la entidad central se establecerá en Sevilla, pero se mantendrán servicios centrales operativos en los domicilios sociales de cada una de ellas, Badajoz y la capital andaluza. La presidencia y una de las vicepresidencias las ostentarán, en cada momento, los titulares de la presidencia de Caja Rural del Sur y de Caja Rural de Extremadura, respectivamente, y las decisiones serán tomadas de manera consensuada en todos los casos. Los presidentes junto con los directores generales constituyen desde ayer una comisión de seguimiento para llevar a buen fin la operación.

La entidad extremeña asegura que la fusión fría se acomete para lograr "mayor dimensión, solvencia y eficiencia, preservando la personalidad jurídica de cada una", ante "escenarios adversos". Destaca que se mantendrá el "arraigo territorial" de cada caja en su zona, ya que, a su juicio, este es "el punto fuerte del pasado y del presente, ya que no hay duplicidad de oficinas".