Caja Rural de Extremadura obtuvo el pasado año unos beneficios de 5,4 millones de euros netos, lo que supone un aumento del 46,7%, según informó ayer la propia entidad financiera tras celebrar una Asamblea General Ordinaria. Además de aprobar las cuentas anuales de 2017, se explicó a los socios los datos relativos al negocio a dicha fecha.

La inversión crediticia registró un crecimiento del 6,8%, muy por encima de las medias que ha experimentado el conjunto del sector financiero, alcanzando los 932 millones de euros.

Los depósitos de clientes también creció, alcanzando los 1.184 millones de euros, un 1,7% más que el año anterior.

El total de los recursos gestionados de clientes presentó un incremento del 5% sobre el correspondiente al ejercicio 2016, con una cifra superior a los 2.188 millones de euros.

La estrategia comercial implementada durante el pasado ejercicio, y que fue fijada en el Plan Estratégico 2017-2019 aprobado por la Asamblea, ha permitido, según la Dirección General, «obtener aumentos en los niveles de inversión, de depósitos y de otros productos fuera de balance»; lo que ha supuesto «consolidar el incremento constante de la cuota de mercado regional».

El director general de la entidad, José María Portillo, destacó ante los socios «la positiva evolución» que registran las magnitudes de negocio, principalmente en lo que se refiere a la calidad de la inversión crediticia.

De esta forma, Caja Rural de Extremadura consiguió el pasado año reducir el ratio de morosidad en casi 2 puntos porcentuales con respecto al año anterior, que se sitúa al cierre de dicho ejercicio en el 8,80%, muy cerca de las medias del conjunto del sector financiero.

También resaltó el amplio nivel de cobertura de activos dudosos, que supera la cifra del 75%, «muy por encima también de las medias del sector financiero».

CUENTA DE RESULTADOS // En lo que respecta a la cuenta de resultados, y a pesar de mantenerse el mismo entorno de tipos bajos de interés, la entidad ha logrado incrementar su margen de interés, que se genera como consecuencia del negocio financiero típico, un 3,01%.

El resultado neto obtenido, después de impuestos y de la dotación al Fondo de Educación y Promoción, cumplió sobradamente el objetivo que se había marcado como meta en el Plan Estratégico trienal.

Por su parte, el presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo, subrayó ayer en su intervención «el buen momento» que vive la entidad, «inmersa en un constante proceso de adaptación a las necesidades de un mercado cada vez más competitivo y difícil».