Las asambleas generales de Caja Extremadura y Caja Badajoz aprobaron ayer las cuentas del pasado ejercicio y anunciaron que en conjunto destinarán 23 millones de euros a obra social, inversión que dirigirán, principalmente, a iniciativas de creación de empleo, desarrollo del medio rural y a colectivos de jóvenes, mujeres desempleadas, mayores e inmigrantes.

Según las cuentas aprobadas ayer por ambas entidades de ahorro, Caja Extremadura obtuvo en el 2009 unos beneficios antes de impuestos de 42,7 millones, y Caja Badajoz 15. De esta cantidad, la primera Caja dedicará 10,5 millones a obra social, y la segunda suma a los 4,5 millones que corresponden del porcentaje de beneficio que están obligados a destinar a esos fines, otros 8 de remanente no comprometido.

Durante las dos asambleas, sus presidentes defendieron el buen hacer de las Cajas durante la época de crisis que se vive, si bien anunciaron que destinarán una parte importante de sus recursos a fortalecerse ante el previsible aumento de la morosidad y las insolvencias.

En este sentido, Caja Extremadura de dota de 95,2 millones para fondos de provisión, cantidad superior en casi un 130% a la media de cobertura del sector. Caja Badajoz, por su parte, aprobó destinar 8,58 millones (el 75% de los beneficios obtenidos) a fortalecer los recursos propios de la entidad.

CAJAS SOLVENTES Tanto una como otra entidad están muy por encima del mínimo legal exigido en cuanto a solvencia. Así, la de Caja Badajoz se sitúa en el 16,68%, la segunda más alta de las cajas españolas; y la de Caja Extremadura está ahora mismo en el 13,58%.

También es destacable la escasa morosidad de ambas soportan. En el caso de Caja Extremadura, esa tasa es del 3,19%, dos puntos inferior a la media del sector. El coeficiente de eficiencia es en esta entidad del 38,3%, según los datos hechos públicos tras la asamblea.

El presidente de Caja Badajoz, Francisco García Peña, valoró ante los socios el buen hacer de esta entidad "ante la complejidad de la coyuntura económica" y la fortaleza de la Caja para afrontar dicho escenario.

Por su parte, el máximo responsable de Caja Extremadura, Víctor Bravo, destacó la fortaleza de esta entidad tras valorar la evolución de la rentabilidad, eficiencia, liquidez y solvencia de la misma, lo que le ha permitido mantener el rating en A-, "superior al alcanzado por entidades de mayor tamaño".

Bravo avanzó también que en el primer trimestre del 2010, Caja Extremadura ha obtenido unos beneficios de 15,7 millones; ha destinado 19,3 a fondos voluntarios adicionales; y tienen una tasa de morosidad del 3,82%.