Los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) en los que están inmersas las dos cajas de ahorros extremeñas rondarán previsiblemente las trescientas bajas entre ambas entidades, casi todas mediante prejubilaciones. En el caso de Caja Badajoz serán 110, un 40% de todas las previstas en el SIP que ha puesto en marcha junto a CAI y Cajacírculo de Burgos. Obligada por su peor ratio de eficiencia, la entidad pacense es, con diferencia, la que tendrá que acometer un mayor recorte de plantilla, ya que en CAI se amortizarán 97 empleos y en Burgos 66, a pesar de ser cajas con un mayor tamaño. En principio, las bajas se harán en su mayor parte mediante prejubilaciones voluntarias --también existirá la posibilidad de acogerse a salidas incentivadas--, percibiendo un 80% del salario bruto. La edad de corte será de 57 años, que bajaría en el caso de que no se lograse completar el cupo establecido.

La negociación laboral en este SIP quedó rota el pasado jueves, cuando el acuerdo entre patronal y sindicatos parecía ya próximo. Según explica Rafael Gil, secretario general de la sección sindical de UGT en Caja Badajoz, las discrepancias surgieron por la negativa de la patronal a armonizar progresivamente los sueldos en las tres cajas --incluidos los de quienes se incorporen a la entidad matriz--. La brecha salarial entre un empleado de Caja Badajoz y uno de la CAI, apunta Gil, es de hasta un 30%.

Este responsable sindical teme que tras la negativa de las entidades a armonizar los sueldos se esconda el rechazo a otras de sus peticiones, la de anclar los servicios centrales a las tres ciudades. El SIP tendrá dividida su operativa en nueve áreas organizativas, de las que dos estarán en Badajoz, cuatro en Zaragoza y tres en Burgos. "Lo que no queremos es que dentro de unos años lleven todos los servicios centrales a Zaragoza o Madrid, con la pérdida de empleo que eso supondría", sostiene.

La ruptura de las negociaciones llega justo una semana antes de las asambleas generales que, el próximo día 28, deberán aprobar la integración de las tres entidades. "Esperamos que nos vuelvan a llamar", dice Gil, que agrega que, de lo contrario, "empezaremos a tomar medidas". Por lo pronto, la próxima semana habrá una asamblea de trabajadores "vinculante".

SIP DE CAJA EXTREMADURA En cuanto al procesos de constitución del SIP entre Caja Extremadura, CajAstur, la CAM y Caja Cantabria, podría comportar la prejubilación de aproximadamente 250 empleados de la entidad extremeña. Son las estimaciones realizadas por el sindicato UGT a partir de la cifra de trabajadores de esta entidad que durante este 2010 han cumplido o cumplirán al menos 55 años, primer corte de edad propuesto por la patronal. En este sentido, Jesús Muñoz, secretario general de la sección sindical de UGT en Caja Extremadura, resalta como condición "sine qua non" para llegar a un acuerdo que "no haya un solo despido", de forma que todas las bajas sean prejubilaciones, y que estas se produzcan voluntariamente, aspectos en los que Muñoz considera que la patronal "está por la labor". Eso sí, Muñoz añade que la idea inicial es tramitar las bajas a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), algo con lo que se muestra en desacuerdo, ya que llevaría a la "desvinculación" entre los trabajadores y las cajas.

El excedente laboral conjunto fijado por las entidades que conforman el SIP es de unos 2.000 trabajadores, y el número de empleados por encima de los 55 que suman entre las cuatro ronda los 1.900. La diferencia entre ambas cifras --que se incrementaría en mayor o menor medida dependiendo del número empleados que superen la edad de corte pero que no quieran prejubilarse-- se cubriría bajando el listón de la edad mínima.

La última reunión de la mesa laboral de este SIP tuvo lugar el jueves de la semana pasada. En ella, los representantes de las cajas indicaron que los servicios centrales de las respectivas entidades van a permanecer en sus actuales ubicaciones, aunque se "adelgazarán" de personal. "Lo que quieren es optimizar los recursos que tienen, centralizando áreas en diferentes sitios", dice este responsable de UGT, lo que supondría un menor impacto, añade, en el número de traslados. Además, arguye, "no creo que el Banco de España admita que prescindan de trabajadores para optimizar recursos y luego se compren un edificio enorme en Madrid" (el banco que articula el SIP tendrá su sede en la capital de España).

En cualquier caso, Muñoz considera que las negociaciones están bien "encarriladas" y transmite un mensaje de tranquilidad a los trabajadores: "Vamos a intentar que los daños colaterales sean los mínimos posibles".