En un escenario fuera de la cancha de baloncesto y rodeado de académicos, José Manuel Calderón fue investido ayer como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Extremadura. "Todo comenzó en Villanueva de la Serena, concretamente en la calle navegante Juan Morcillo cuando mis amigos y yo empezábamos nuestros primeros botes de balón", recordó ayer durante el acto en la Facultad de Ciencias del Deporte, en Cáceres.

Quién iba a augurar en ese entonces que en su afición residiría su éxito actual. No resulta difícil de entender cuando el deportista repara en los antecedentes de su padre. "El tuvo y tiene una gran pasión por este deporte. Fue jugador, aunque no profesional y me ha hecho vivir y disfrutar del baloncesto desde que empecé a dar mis primeros pasos", agradeció.

Se convierte así el villanovense en el primer doctor Honoris Causa en más de 18 años de existencia de esta facultad de la Uex. Calderón, a sus 31 años, afirmó encontrarse en plena madurez deportiva. Jugador en la NBA, el exbase de los Toronto Raptors y Detroit Pistons, y ya doctor Honoris Causa, se debate actualmente en negociaciones sobre su futuro. Comprometido con la causa social, Calderón dirige su propia fundación destinada a la infancia y juventud y constituye un ejemplo de proyección internacional de la región. "A pesar de haber salido de mi tierra muy joven, me siento extremeño por los cuatro costados y llevo nuestra bandera allá por dónde voy".

El de Villanueva se ha erigido como mejor deportista extremeño de todos los tiempos y para él el trabajo constituye su única máxima. Ayer insistió en que quiere que se le reconozca como un ejemplo de normalidad, por eso, se mostró asombrado durante todo el acto de ayer. "¿Por qué yo? No tengo ningún título académico, ni soy investigador, ni soy estadista ni un representante de la cultura ni tampoco un venerable anciano con una trayectoria a mis espaldas" argumentó. Aseguró que nadie le ha regalado nada y que la consecuencia de la realidad que vive han sido el esfuerzo y los valores que el deporte le han concedido, recompensados ayer con un nuevo galardón, esta vez académico.

"Hoy es un día histórico para Ciencias del Deporte pues en España son escasas las propuestas para doctor Honoris Causa en el ámbito académico", recordó el padrino del doctorando, Sergio Ibáñez Godoy, catedrático del área de Educación Física y Deportiva, quién alabó los méritos deportivos del villanovense. También recibió halago por parte del rector de la Uex. Segundo Píriz, que presidió el acto, reconoció los méritos deportivos del jugador y el impagable servicio hacia Extremadura desde que inició su aventura americana con tan solo 23 años. "Allí he pasado los últimos ocho años pero sin perder de vista mi tierra, de mi pueblo y de mi gente. Así que si alguna vez me pierdo, los que me conocen saben dónde me encontrarán", apeló el doctor.