El jugador de baloncesto José Manuel Calderón, colaborador de Unicef desde 2009 y embajador de esta entidad desde 2014, hizo ayer un llamamiento a instituciones, empresas y ciudadanos para dar a conocer la situación de los 43 millones de niños atrapados en situaciones de emergencia humanitaria en 63 países.

Calderón participó en Villanueva de la Serena, su localidad natal, en la presentación de la campaña Enrédate , de Unicef, un programa educativo dirigido a centros de enseñanza que promueve el conocimiento de los derechos de la infancia y el ejercicio de la ciudadanía global solidaria y responsable.

Al respecto, el jugador de los New York Knicks insistió en que en situaciones de emergencia los niños "son los más perjudicados", por lo que apostó por la puesta en marcha de una acción "humanitaria oportuna, eficaz y bien coordinada, como la que Unicef lleva a cabo en materia de agua y saneamiento, nutrición, educación y protección de la infancia".

El deportista fue recibido por el alcalde de la ciudad, Miguel Angel Gallardo, y estuvo acompañado por el presidente de Unicef en Extremadura, Carmelo Cascón, y la directora de Comunicación de Unicef España, Diana Valcarcel.

Calderón contó su experiencia durante su última visita humanitaria a Zambia, donde colaboró con la organización en la educación de los más pequeños, sobre todo en materia de higiene diaria. Cascó destacó la importancia del trabajo de Calderón, "ejemplar referente como deportista y como persona, que se ha volcado con la causa de Unicef de la forma más desinteresada".