Sanitarios, fuerzas de seguridad, empleados públicos y privados de servicios considerados esenciales atienden a clientes cada día, exponiéndose al contagio del coronavirus, que ya ha dejado 527 muertos en Extremadura. Más allá de estos trabajadores hay otros en las mismas circunstancias, se trata de la hostelería, un gremio que suma en la comunidad autónoma 23.000 trabajadores, la mayoría de ellos camareros que han tenido que adaptarse a una nueva metodología de trabajo.

Lo explica Rubén Márquez Durán, encargado de Charlotte, en la calle Amberes. «Estamos muy pendientes de la higiene. Es todo muy meticuloso. Desinfectamos cada dos por tres. Además, controlamos la distancia de seguridad para evitar problemas». Todo pasa por las bayetas: mesas, sillas, barras... y la cubertería y el menaje se lavan a altas temperaturas.

Emeritus. José Manuel Rivero.

Se trata de una guía que intenta aplicar a rajatabla: prohibir salir a los camareros con la ropa de trabajo a fumar, realizar compras de última hora o imprevistos. Como en todos los locales de nuestro país, se recomienda no permitir el uso del móvil y efectos personales a los trabajadores por motivos de contaminación durante su horario laboral, y que se laven y desinfecten todos los productos. Rubén se refiere especialmente a los cubiertos: «Se brillan, en un sitio se colocan los brillados, en otro los que aún no lo han hecho, y en otro los que están sucios...».

Cada cosa tiene su lugar, excepto el tabaco. «Hemos prohibido fumar en la terraza, aunque hay gente que no lo cumple, y debemos estar muy pendientes». Asimismo, las distancias de las mesas a los bancos se respetan para que los vecinos puedan tomar asientos en esos bancos. «Por eso tampoco se permite mover sillas y mesas».

Charlotte. Rubén Márquez Durán.

TERRAZA

A diario, a la terraza llegan decenas de consumidores. Pueden venir de distintos puntos de Cáceres, de Extremadura e incluso de otros puntos del país. ¿Sienten miedo los camareros? «Más que miedo sentimos respeto. Aunque se trata de llevar siempre la mascarilla. Y cuando vayas a coger alimentos o bandejas debes ser consciente de que tienes que desinfectarte. En la cocina, por ejemplo, solo tenemos una persona dedicada exclusivamente a entregar a los camareros los pedidos. Intentamos proteger al máximo a empleados y clientes», concluye Márquez.

Estibaliz Real lleva seis años trabajando en Santisteban, en la avenida de París. «Inseguros, siempre», asegura, que entiende que deben extremarse las medidas de seguridad. «Siempre vuelves a casa y te vas con la incertidumbre de si estás o no contagiada. No sabes cómo te encontrarás al día siguiente», destaca.

Santisteban. Estibaliz Real

José Manuel Rivero es encargado de Emeritus, en la calle Reyes Huertas. Es uno más de los 6.732 establecimientos de hostelería que suma Extremadura. «Aplicamos todas las medidas de higiene. Desinfectamos barra, taburetes, mesas, manilla, servicios... Vigilamos para proteger y protegernos. Asesoramos a los clientes , pero en líneas generales asumen sus responsabilidades».

José Manuel insiste en que todos debemos poner de nuestra parte para evitar riesgos. «Es un poco duro, no estamos acostumbrados a esta nueva situación, pero más vale prevenir que curar», dice mientras sirve el primer desayuno de la mañana.