Apenas una de cada diez camas (10,5%) hospitalarias extremeñas son de titularidad privada, según los datos del Catálogo de hospitales 2005 confeccionado por el Ministerio de Sanidad. La penetración de los centros privados en el sistema sanitario extremeño es la tercera más baja del país, tan sólo por delante de los castellano-manchegos (9,2%) y los riojanos (9,6%). En el extremo contrario se sitúan Cataluña, donde un 62,1% de las camas dependen funcionalmente de centros privados, Cantabria, donde ocurre lo propio en un 41,6% de las plazas, y Canarias, con un 37,9% del total. La media española se sitúa en un 32,3%.

De las 4.256 camas instaladas en los veinte hospitales extremeños, sólo 470 son privadas. De ellas, 180 pertenecen a instituciones benéficas y 270 a entidades con ánimo de lucro. Del resto, 2.940 dependen funcionalmente del Sistema Nacional de Salud y 866 de las administraciones locales.

Sin embargo, la dependencia de los centros sí que es paritaria, ya que Extremadura cuenta con tantos centros públicos como privados. De los diez que se engloban en el primer epígrafe, ocho dependen del Sistema Nacional de Salud y dos de la Administración local, misma proporción que existe entre los privados con ánimo de lucro y los benéficos entre los segundos.

Si se considera la finalidad asistencial de los centros hospitalarios, el catálogo recoge que quince de ellos, con 3.247 camas, son generales, mientras que tres, con 143 camas, prestan atención quirúrgica y dos son psiquiátricos (866 camas).

En cuanto a la dotación en alta tecnología, el Catálogo de Hospitales 2005 contabiliza en la región quince equipos de Tomografía Axial Computerizada (TAC); siete de resonancia magnética; seis gammacámaras; dos salas de hemodinámica; dos litotricias extracorporeas por ondas de choque; una angiografía por sustracción digital; una bomba de cobalto y un acelerador de partículas.