José Antonio Monago, primer teniente alcalde de Badajoz, será elegido hoy presidente regional del PP, sustituyendo a Carlos Floriano, en un congreso que tendrá lugar en Mérida y en el que será el único candidato al cargo. En la víspera de esta importante cita para los populares extremeños salió a la luz, sin embargo, un conflicto abierto en el seno del gobierno municipal de Badajoz, que se ha venido fraguando las últimas semanas a raíz de la reestructuración motivada por la salida de Monago.

El alcalde pacense, Miguel Celdrán, busca un cambio más profundo en su equipo. La plaza vacante que dejará Monago la ocupará el siguiente en la lista, Francisco Javier Gutiérrez, pero Celdrán quiere incluir también entre sus concejales a un valor emergente de las filas populares y que esta legislatura no es edil, Luis Alfonso Hernández Carrón. La sacrificada sería María José Solana. Esta concejala asegura que Celdrán le ha pedido que abandone su acta, a lo que ella se ha negado. El alcalde, por su parte, asegura que ha sido Solana quien le ha solicitado irse del ayuntamiento para dedicarse de lleno a sus labores en el Congreso de los Diputados.

A preguntas de los periodistas, Celdrán dijo ayer que la marcha de Solana del ayuntamiento "no es un rumor, lo dije yo" y además "es un deseo que ha manifestado la concejala y simplemente falta que lo confirme o no lo confirme". Que esta concejala se marche o no depende, según el alcalde, exclusivamente de ella y aunque señaló que él no tiene "prisas" de conocer la decisión de su concejala "imagino que será dentro de unos días o dentro de quince días, me da igual un poco más adelante o detrás" porque el equipo de gobierno sigue funcionando.

Para María José Solana, que ha asumido tareas municipales (fue en el número 13 de la lista del PP) en la presente legislatura y renunció al escaño de diputada provincial, lo que está ocurriendo no es plato de buen gusto. Ayer fue rotunda cuando afirmó que "María José Solana tiene un compromiso con la ciudad, es concejala del PP en el Ayuntamiento de Badajoz y María José Solana, como así ya lo sabe el alcalde, no va a renunciar a su acta de concejal".

Asimismo, recalcó que "nunca" le ha planteado a Celdrán que quería dejar el ayuntamiento para dedicarse al Congreso. Tras conocer las declaraciones de ayer del alcalde, Solana prefirió mantener silencio pero sí desveló que ella mantuvo una conversación con Miguel Celdrán "donde él me pide que renuncie al acta de concejal, yo le dije que no tenía motivos para hacerlo y eso es todo que puedo decir sobre este tema".

Solana lleva cinco delegaciones: Educación, Juventud, mantenimiento de colegios, Participación Ciudadana y limpieza de dependencias municipales, consideradas de segunda clase, pero que en las que ella ha conseguido logros a base de diálogo.

Sobre la posibilidad de quedarse sin ninguna de estas delegaciones, se limitó a decir que "es una competencia del alcalde, que las da y las quita dentro de sus responsabilidades". Y quitando hierro a lo que está ocurriendo, afirmó: "no tengo ningún problema con ningún compañero ni con el alcalde y no he sufrido situaciones incómodas con personas que son correctas, educadas, muy profesionales y buenos políticos".