Los campamentos dignidad se concentrarán mañana en Badajoz frente a la Delegación del Gobierno y junto al ayuntamiento para reclamar una vivienda digna para las familias sin recursos y que la Junta asuma la titularidad del bloque de la Guardia Civil en Suerte de Saavedra donde fueron ocupadas algunas viviendas.

El colectivo ha lamentado que no haya "interés" por recuperar estas viviendas en Suerte de Saavedra, pues "los meses pasan y pasan, y administrativamente todo sigue igual", mientras que a las familias que recuperaron esas casas "se les castiga e impide acceder a elementos básicos para la vida como el agua".

"En todo caso, la actitud de las administraciones públicas es la de hacer la vida imposible a esas familias para que abandonen las viviendas, impidiéndoles no sólo el acceso al agua, sino también a la renta básica u otras ayudas sociales", ha denunciado.

En la protesta de mañana se denunciarán también las "amenazas" de desahucios de viviendas sociales, una situación cada día "más visible e insostenible" pues ha elevado el número de escritos judiciales recibidos para que se abandonen esos hogares.

Según los campamentos dignidad, se trata de familias que "viven en la precariedad y en la desesperación" y de ejecutarse el desahucio quedarán en "total desamparo, en la calle, o como se dice en los pueblos debajo del puente".

Por estos motivos, en los próximos días algunas familias comenzarán "una lucha para reivindicar una vivienda digna", pues el derecho a un hogar es "inalienable e inseparable" de las condiciones en las que se debe desenvolver la vida de un ser humano.

"Las administraciones públicas deben garantizar ese derecho fundamental de las personas", han recalcado.

El colectivo ha reclamado además la elaboración por parte de la Junta de Extremadura de un inventario de viviendas en manos de las entidades públicas pues "de todos es conocido que existen muchos pisos desocupados y abandonados que deberían pasar a manos de la administración autonómica para provisionarlos en alquiler social".

A ello ha sumado las viviendas propiedad de entidades financieras que se deterioran y acabarán transformándose en "escombreras", inmuebles que deben ser recuperados.