Las campañas de recolección de la fruta, de la vid y de la aceituna de este año requerirán la participación de entre 60.000 y 70.000 trabajadores en total, cifra similar a la del año anterior. La previsión es que esta necesidad se cubra con operarios nacionales casi en su totalidad, y no será necesario contratar a ciudadanos extranjeros.

Así lo manifestaron ayer representantes de organizaciones agrarias, sindicatos y la Administración en una reunión celebrada en la Delegación del Gobierno, en Badajoz, de la Comisión Nacional de Flujos Migratorios, en la que la delegada, Carmen Pereira, informó sobre novedades en legislación sobre contratación y el convenio de campo.

Pereira destacó que la principal novedad de esta campaña es la incorporación de trabajadores rumanos y búlgaros como europeos de pleno derecho, también en cuanto a contratación, pues solo tendrán que inscribirse en el registro de extranjeros como ciudadano de la UE, toda vez que ha concluido la moratoria a la que estaban sujetos ambos países, y no se requerirá el uso de la Ley de Extranjería.

DE LA CONSTRUCCION AL REA Opas y sindicatos coincidieron en que la razón por la que se cubrirá la demanda con trabajadores nacionales se debe al trasvase de desempleados de otros sectores al Régimen Especial Agrario (REA). Pues, además, como explicó Santiago Crespo, de CCOO, "se pueden dar de baja en la prestación para trabajar y retomarla después". Esa tendencia se ha observado ya en las primeras campañas, como la cereza.

Juan Moreno, de Coag, manifestó que "se cubrirá la demanda de la recogida con los trabajadores autóctonos", si bien cabe la posibilidad de que "las empresas que cuenten ya con empleados formados de cuando no había trabajadores españoles para el campo, tiren de ellos".

Bibiano Serrano, de Asaja, señaló que espera cubrir "las necesidades con temporeros nacionales", en mayor medida aún que el año anterior, en el que ya bajó la presencia de inmigrantes, "debido a que llegan al campo de otros sectores al quedarse paro". Y se refirió a la especial necesidad de mano de obra en el tiempo que coinciden el fin de la vendimia y el inicio de la aceituna. Ello, dijo, como Moreno y Santiago, favorecerá que se eviten los campamentos al aire libre y los alojamientos sin condiciones dignas.

INSTALACIONES DIGNAS Pereira recordó que no está "permitida la acampada libre" y que las autoridades impedirán que se monten campamentos para grupos de personas, así como cualquier otro tipo de alojamiento provisional. Estos, dijo, en caso de que sean necesarios, deberán contar con unas instalaciones "en las mismas condiciones dignas que para cualquier trabajador español", pues, añadió, no está permitido "que los temporeros vivan de cualquier manera sin los servicios básicos de escolarización de menores, de sanidad o de higiene".

A ello, añadió que se exigirá a las organizaciones agrarias que contraten a trabajadores extranjeros el "estricto cumplimiento de la normativa", en cuanto a cotizaciones y altas en la Seguridad Social, por lo que se harán las correspondientes inspecciones. Pereira estimó que este año será menor la presencia de trabajadores extranjeros al no existir "el efecto llamada".