Todo listo para la recolección de uno de los cultivos estrellas de la región: el tomate. La campaña ha comenzado tímidamente esta semana, pero será a partir del próximo lunes cuando las industrias transformadoras de la región comenzarán a recibir importantes volúmenes de este producto. Las perspectivas del sector son positivas de cara a la temporada recolectora, ya que las condiciones climatológicas han sido las adecuada para este cultivo, sin embargo, esto no implica que se vayan a superar de manera significativa las cifras del pasado año, ya que la campaña será continuista en cuanto a producción, superficie cultivada y precios.

El secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, sostiene que la contratación inicial de tomate en Extremadura para la presente campaña asciende a unas 2.040.000 toneladas, apenas un poco inferior que la pasada, al igual que ocurre con la superficie contratada, ya que este año se sitúa en torno a las 22.800 hectáreas, mientras que el anterior se contrató por encima de las 23.000. En este punto, cabe recordar que el pasado año se perdieron unas mil hectáreas de producción por los destrozos que ocasionaron en algunas zonas las tormentas de primavera.

«La calidad del tomate que se espera es bastante buena, a nivel general, y no se han producido grandes problemas climáticos, por ello creemos que va a haber una buena producción», sostiene Huertas. «Hay que tener en cuenta que es un cultivo muy sensible a los cambios climáticos y, sobre todo, en la producción juegan mucho las variedades de tomate tardías, que dependerán más de la meteorología que haga a partir de septiembre y harán que la campaña pueda ser más amplia o menos», puntualiza. A su juicio, puede ocurrir que este año se registren algunos problemas de entregas a las industrias «derivados de que hay buena producción y se pueda agolpar un poco, sobre todo al principio».

Para Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja, las perspectivas para la campaña son «positivas», ya que «se puede hablar de una buena cosecha y de una calidad muy buena». «Esto responde principalmente a las condiciones climatológicas que se han registrado, ya que no ha habido mucha humedad, las plagas han sido menores y los tratamientos también», detalla Metidieri, que no se aventura a hablar de cifras, aunque tiene la percepción de que «será una cosecha por encima de la media».

Un poco más cauto se expresa el presidente de la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura (Acopaex), Domingo Fernández, quien espera que se obtenga una cosecha «normal» dentro de lo previsto para la región, de unas dos millones de toneladas, «si todo se recoge bien, porque el tomate es muy delicado y todavía queda hasta finales de septiembre». Con respecto al inicio de la campaña 2019, considera que finalmente se ha retrasado un poco con respecto a lo que se esperaba «porque el verano ha estado fresco hasta hace pocos días y ha retrasado unos cuatro o cinco días la recogida».

precios a la baja // En relación al estado de los precios, Huertas denuncia que este año «están congelados sobre los del año pasado», y apunta que se sitúan entre 70 y 73 euros la tonelada. «Son precios reducidos sobre campañas anteriores. Hace tres o cuatro años en este sector se pagaba en torno a 7-8 euros por tonelada más que hoy», afirma. «No entendemos la actitud del sector industrial porque tiene una cierta avaricia tratando de llevarse todos los beneficios que el sector deja, cuando el sector tomatero es puntero a nivel europeo y mundial en producción y calidad, en base también al esfuerzo económico que han hecho los agricultores para modernizar las explotaciones», explica Huertas. «Necesitamos que los precios permitan que las explotaciones tengan beneficios», demanda.