Baratos y con gran cantidad de servicios que ofrecer. Esa es la receta turística contra la crisis, y los cámpings extremeños la tienen en sus manos. Así lo pueden confirmar los empresarios y trabajadores del sector, que esperan que el periodo estival salga prácticamente inmune, e incluso fortalecido, de la recesión económica. En el verano del 2008, más de 55.000 personas se alojaron en los campamentos turísticos extremeños. Y ellos esperan, como mínimo, alcanzar esa cifra.

José Luis Rubio, encargado del camping de Valle del Jerte, afirma que la ocupación de este "se ha incrementado un 3% en lo que va de año, y las perspectivas se mantienen para todo el verano". Dice que esto ocurre porque el cámping es una alternativa mucho más barata que el hotel, donde también se ofrecen gran cantidad de actividades para realizar, en familia o con amigos: contacto con la naturaleza, senderismo, pesca... "No nos hemos visto afectados por la crisis, sino todo lo contrario", asegura José Luis.

Desde Hervás, Manuel Menasalva, encargado del cámping de El Pinajarro, confirma que "hasta ahora no hay ninguna merma, y la afluencia de personas se está manteniendo igual". Según él, la crisis producirá un "efecto colateral" en el sector, porque es muy competitivo. "Mi Pinajarro es un hotel de mil estrellas", dice orgulloso Manuel. "Restaurantes, piscina, parque infantil, biblioteca... y todo al alcance de la naturaleza extremeña", y todo por 35 euros un fin de semana en verano.

Los tiempos que corren tampoco parecen afectar a los cámpings ubicados en la provincia de Badajoz. Según Alvaro Sánchez, encargado de las instalaciones de Puerto Peña, en Talarrubias, "de momento la crisis no se siente, los fines de semana estamos prácticamente llenos". Pero afirma que seguirán manteniendo los estándares de calidad como hasta ahora, para intentar atraer a la mayor gente posible.

Y desde Tentudía, Jordi Macías comenta que "la gente sigue viniendo a los cámpings, porque son más económicos". Además, "hay bastantes extranjeros y también muchos andaluces que vienen huyendo del calor". El cámping de Tentudía está dentro de un paraje muy especial y poco usual en la provincia de Badajoz, lo que le permite gozar de un clima muy fresco y unas vistas exclusivas, "un respiro para el calor que lo hace muy atractivo", dice Jordi.

Desde la Asociación de Cámpings de Extremadura, ACEX, Elena González comenta que en lo único que se puede notar algo de descenso es en el número de pernoctaciones y en la contratación de otros servicios alternativos "que ya sí suponen más gasto".

Pero lo que está claro es que la región tiene alternativas para unas buenas vacaciones.