La agricultura extremeña se ha beneficiado notablemente del ingreso de España en la UE ya que, desde 1986, las ayudas recibidas de la Política Agraria Comunitaria (PAC) ascienden a 9.000 millones de euros, "una cuantía que ha permitido al sector dar un salto acelerado hacia la modernización y la competitividad".Según informa hoy la Junta de Extremadura en una nota, esta cuantía es la que hace referencia únicamente a las ayudas de Feoga Garantía, que en los últimos años se ha visto incrementadas hasta alcanzar la cifra de la campaña actual, en la que los agricultores y ganaderos extremeños percibirán 535 millones de euros. La transformación experimentada por el sector agroganadero extremeño en estos más de 20 años "ha superado -según la Junta- las expectativas más optimistas ya que no solo se ha avanzado en mejorar los rendimientos y las producciones sino en la calidad de las mismas, en la seguridad alimentaria para los consumidores y en la conciencia de respeto medioambiental. Además, a través de otras líneas de ayudas europeas como los Fondos Estructurales o Interreg se ha apoyado la mejora de las explotaciones agrarias, el apoyo a la agroindustria y el estímulo al comercio.El resultado ha sido la mejora en las infraestructuras de riego, caminos rurales, electrificación y, a su vez, se ha incentivado la vertebración del sector en cooperativas de primer y segundo grado, organizaciones de productores y organizaciones agrarias, se añade.La Política Agraria Común, la más desarrollada de la Unión Europea y la que actualmente copa el 40 por ciento de todo el presupuesto comunitario, es la política de apoyo más importante para el sostenimiento de la renta de los agricultores y ganaderos y su adaptabilidad a los nuevos tiempos. Actualmente, estas ayudas anuales llegan a 80.000 agricultores y ganaderos de la región. El impacto, por tanto, de la PAC en una región eminentemente rural como la extremeña "ha sido crucial para el desarrollo y consolidación del sector primario".Se añade que la Junta y el sector agrario extremeño han canalizado y aprovechado estos fondos comunitarios para cambiar profundamente la realidad del sector ya que "de una agricultura anticuada, que en algunos casos era de difícil subsistencia, se ha pasado a una agricultura moderna e industrializada".Específicamente, en la ganadería la llegada de ayudas de la PAC ha favorecido que la cabaña de vacuno y ovino se haya casi duplicado en estas más de dos décadas mientras que el caprino, en cambio, ha disminuido ligeramente, aunque este descenso no sería negativo dada la insostenibilidad de algunos modelos de explotación. El porcino ibérico, por su parte, ha tenido un crecimiento espectacular en los últimos diez años, colocándose como el principal activo económico del sector, y en el ovino se mantiene la mayor cabaña de España. El sector agrícola extremeño también se ha visto muy favorecido, se continúa, ya que subsectores como el tabaco, el tomate, el arroz, los cereales, los frutales, el viñedo y el olivar han experimentado una evolución muy favorable, tanto que en muchos de estos cultivos Extremadura lidera las producciones nacionales. Las mejoras productivas, de rendimientos y de calidad se han acompañado, además, con un gran avance en la industrialización de los productos agrícolas y en su posterior comercialización. Esta evolución del sector agrario extremeño, ligado al apoyo de las ayudas PAC, ha sido más visible en los últimos años, cuando el proceso de modernización y tecnificación de la agricultura se ha acelerado, proliferando en la región las industrias.Se trata de plantas de transformación de tomates, bodegas y almazaras con la última tecnología, fábricas de embutidos, secaderos, mataderos, cebaderos de ganado, industrias arroceras, secaderos de cereales, fábricas de piensos, centrales hortofrutícolas, salas de despieces, queserías y centros de tipificación, entre otras. Por todo esto, la Junta defiende la necesidad de que todos los países europeos reconozcan y defiendan el carácter estratégico de la agricultura para que la PAC siga fortaleciendo el campo "como una actividad económica de primer orden".