Un verano más Extremadura vuelve a mostrarse solidaria con los niños saharauis que viven en los campos de refugiados de Argelia. Ayer llegaron al Aeropuerto de Badajoz los primeros 98 pequeños, acompañados de dos monitoras, para pasar el verano con familias de la región, dentro de la campaña Vacaciones en Paz .

Los próximos días llegarán más niños, hasta completar los 510 previstos, aunque todavía 25 están a la espera de una familia que se decida a compartir su hogar con ellos durante dos meses.

El vuelo procedente de Tindouf llegó con hora y media de retraso a las 15.45 horas. Por primera vez los niños aterrizaban directamente en la comunidad extremeña, donde los esperaban los responsables de las asociaciones locales para llevarlos a las localidades en las que anoche pasarían su primera noche con sus familias de acogida.

Muchos de ellos repetían destino. Ayer no se sabía con certeza cuántos. Quienes han viajado hasta los campos de refugiados no se sorprenden de la desorganización. Las familias desconocían ayer si los pequeños que van a acoger venían en este vuelo o en los siguientes. Pilar Bautista era afortunada, Luali Said llegó en este primer avión, se emocionó al verlo. Lo mismo le pasó a Arístides, de Fuenlabrada de los Montes, cuando reconoció a Lhasen. Josefa Caraballo estaba en el aeropuerto, no como directora del Instituto de la Mujer de Extremadura, sino como madre de familia (numerosa, por cierto), que este año espera acoger a tres niños saharauis. Ninguno de ellos llegó ayer.