La liberalización total de horarios en el comercio en España estaba prevista para el 1 de enero del 2005, pero el nuevo Gobierno surigo de las urnas el 14 de marzo ha decidido no aplicar esta medida, lo que ha sido bien recibido por los pequeños comerciantes, que piden al Ejecutivo que no permita abrir más de ocho domingos y festivos al año. El pequeño comercio alega que es un "dinamizador de la economía y de las ciudades" que ha de protegerse frente a la investida de las grandes superficies.

El portavoz de Economía del PP en el Congreso, Miguel Arias Cañete, ha dicho que le "preocupa enormemente" el dato de inflación de mayo (subió seis décimas hasta el 3,4%), y recalcó que este alza de los precios supone un "aviso" al Gobierno para que rectifique su gestión y emprenda de forma inmediata políticas reformistas en favor de la liberalización y competitividad de los mercados. Cañete criticó la "contrarreforma" del Gobierno al decidir frenar la liberalización total de horarios prevista para el año 2005.