El Ministerio de Defensa concedía el mismo miércoles al capitán Manuel Rivera Hernández la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo amarillo a título póstumo, que el subsecretario de Defensa, Víctor Torres, entregó ayer a la familia del fallecido, que también recibió la enseña nacional que cubría el féretro durante el funeral.

El sepelio tuvo lugar ayer por la mañana, en la plaza de España de la base aérea, donde acudieron, además de familiares, compañeros y amigos del piloto, el jefe del Estado Mayor, Eduardo González, el general jefe del Mando Aéreo del Estrecho, Fernando Mosquera, el delegado del Gobierno, Oscar Baselga, el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, y el director general de Administración Local e Interior de la Junta, Manuel Caballero.

Precedido de una decena de flores, el ataúd fue conducido por los compañeros hasta el altar donde el capellán de la base, que ofició un funeral que discurrió en silencio, sólo alterado al final por el Himno a los Caídos y el estruendo de las salvas. Posteriormente el ataúd fue trasladado, acompañado por la familia del fallecido, hasta el avión militar que los trasladó hasta la Base Aérea de San Javier (Murcia) y desde allí, por carretera, hasta Guardamar (Alicante), localidad natal del capitán.