La plaza de España de Villanueva de la Serena fue un año más lugar de celebración de la Carrerita, fiesta de interés turístico regional que embargó de emoción el Domingo de Resurrección. Carrera fantástica y emotiva la celebrada ayer, según el hermano mayor de la cofradía de la Aurora, Juan Vicente Manchado.

La Carrerita debe su nombre a la veloz carrera que protagoniza en apenas cien metros el paso de Nuestra Señora de la Aurora desde la puerta de la iglesia de la Asunción hasta el otro extremo de la plaza de España para encontrarse con Cristo resucitado.

Los cuatro miembros de su hermandad que llevan a la Virgen son elegidos por sorteo horas antes. En este caso fueron Pedro Manuel Benítez; Manuel Lozano, que corría en lugar de José María López; Pedro González, que lo hacía en lugar de su hija Irene, y José Antonio Manzano, en lugar de su mujer.

Miles de personas abarrotaban la plaza de España; muchas de ellas guardando sitio tras el madrugón correspondiente. Pasadas las 9 de la mañana salió el paso de Cristo resucitado de la capilla de las Concepcionistas en dirección a la plaza de España para esperar a la Virgen en la puerta del ayuntamiento.

Sólo unos minutos después, y tras mostrarse tres veces el pendón de la Virgen por la puerta lateral de la parroquia de la Asunción, como marca la tradición, el paso de la Aurora corrió al encuentro de Cristo atravesando un pasillo hecho entre el tremendo gentío en medio de aclamaciones y vivas a 'La Carrerita', 'al Resucitao' y a 'la Virgen de la Aurora'.

Reunidas ambas imágenes, frente a frente, los porteadores las hicieron bailar al son del himno nacional y, seguidamente, tuvo lugar la procesión de ambos pasos por las calles de Villanueva de la Serena, acompañando el recorrido la Banda Municipal de Música.

Muchísimo público, de Villanueva de la Serena y de fuera atraídos por esta fiesta declarada de interés turístico regional hace nueve años, presenciaban en la plaza de España el acontecimiento; algunos llegados de Valencia o Toledo, por ejemplo, reivindicaron la declaración de interés turístico nacional para la Carrerita. Decenas de privilegiados la veían desde los balcones de los edificios municipales, gracias a la iniciativa del ayuntamiento de sortear dichos espacios para la ciudadanía en general. La imagen de Cristo fue adquirida a la imaginería de Olivetta, de Barcelona, mientras que la Virgen de la Aurora es obra del escultor local, Eduardo Acero.