50 personas perdieron la vida en carreteras extremeñas durante 2017, lo que supone cinco más que en 2016, según el balance provisional facilitado por el director general de Tráfico, Gregorio Serrano.

En España, el número de muertos en accidentes de tráfico en las carreteras interurbanas bajó el año pasado en seis autonomías, sobre todo en Galicia y la Comunidad Valenciana, se mantuvo sin variaciones en Baleares y subió en el resto, especialmente en Castilla-La Mancha y Madrid.

Según estos datos, 2017 cerró con 1.200 fallecidos en percances de circulación en las carreteras interurbanas, lo que supone 39 más que en 2016 (un 3,35 por ciento) y convierte al año que acaba de finalizar en el segundo ejercicio consecutivo con una alza en la siniestralidad vial.

Por comunidades, en Galicia fue donde más descendieron los fallecidos por accidentes de tráfico en vías interurbanas, con 29 muertos menos que el año anterior; seguida de la Comunidad Valenciana (17 menos); País Vasco (-6), Navarra (-3) y La Rioja y Castilla y León (-1).

En Baleares se mantuvo la misma cifra de fallecidos que el año anterior.

Por el contrario, se incrementó en las otras diez comunidades, de manera más acusada en Castilla-La Mancha (19 fallecidos más), Madrid (16) y Cataluña (15).

En cifras absolutas, Andalucía fue la comunidad en la que más personas perdieron la vida en siniestros de circulación, con 200 fallecidos, seguida de Cataluña, con 169, y Castilla y León, con 123.

Cantabria, con 13 muertos, y Navarra, con 15, fueron los territorios con menos siniestralidad mortal en las carreteras, así como las ciudades autónomas de Ceuta