Estoy convencido de que la única persona que ha leído con detalle todos los artículos que he escrito en este periódico es mi madre. Además se los lee a mis hermanas, a sus amigas y por supuesto a las vecinas. Por cierto, qué personajes estos de las vecinas. Las dejamos para otro artículo que me lío. Vamos con lo más importante: MI MADRE.

Querido director, desde que escribo en esta sección, lo único cierto para su periódico es que venden todos los domingos un ejemplar más, el que compra mi madre. A las ocho y media todos los domingos baja de su casa en Mérida, cruza la calle, va 'al Alberto' y compra el Periódico Extremadura. Imagino que lo primero que hace es buscar este artículo, y lo sé porque ya no me llama todos los domingos por la noche para saber de mí y de mi familia, me llama los domingos a las 9 de la mañana. Por cierto mamá llámame un 'pelín' más tarde, sobre todo porque despiertas a las vecinas, y las mías también son personajes y algunas son difíciles. Siempre me dice que le ha gustado mucho el artículo. Tengo que esperar al domingo siguiente para que me diga que éste último le gustó más todavía. Y así, domingo tras domingo. Y que siga por mucho tiempo mamá, por favor.

Querido director, mi madre se llama Pilar y es una profesora excelente. Era su elemento. Y lo era porque encontró algo de lo que está enamorada y para lo que vale. La enseñanza. Y es una de las cosas que me ha transmitido. Ser profesor para mí es una pasión, mucho más que otras cosas. Gracias mamá.

Pensaba publicar esto que escribo el día de la madre, el primer domingo de mayo, pero, ¿para qué esperar? ¿Acaso espera ella para decirme que le gusta mucho? Es siempre la primera.

Querido lector, espero que entiendas que utilice este artículo para decirle a mi madre que la quiero. Y mucho. Es lo único que quería expresar hoy con estas líneas.

Llámame mamá. Ya estás tardando.

Y tú, ¿le has expresado lo mismo a tu madre?