Monfragüe es el buque insignia de los espacios naturales sobre los que existe alguna figura legal de protección acogida a la norma extremeña, que ya agrupa un total de 53 territorios repartidos por toda la región, que suman más de 288.000 hectáreas, según el último censo de Europarc, lo que supone casi el 7% de la superficie de Extremadura.

El desde ayer nuevo parque nacional es el más veterano, ya que su primera declaración como zona legalmente bajo protección data de 1979. Tuvieron que pasar casi tres lustros para que la región contase con otro espacio protegido, el parque natural de Cornalvo y Sierra Bermeja, nominado así en 1993. Después se fueron incorporando uno tras otro, especialmente a partir del año 2000, que adoptaron alguna de las diversas fórmulas recogidas en la legislación extremeña.

Ahora, la región cuenta ya con 32 árboles singulares, que suman algo más de 111 hectáreas, ya que lo que se protege es el árbol y una pequeña franja de terreno a su alrededor, cuatro corredores ecológicos (6.123 hectáreas), otros cuatro monumentos naturales (1.457 hectáreas), otros tantos parques periurbanos (casi 3.000 hectáreas) y la misma cantidad de Zonas Especiales de Conservación (ZEC), que suman alrededor de 240.000 hectáreas, de las que 115.000 pertenecen a la Sierra de San Pedro. Asimismo hay un parque natural (Cornalvo), un lugar de interés científico (el Volcán del Gasco), un paisaje protegido (Monte Valcorchero) y una reserva natural (Garganta de los Infiernos).

ZEPA, LIC y humedales

Al margen de estos espacios, Extremadura cuenta con amplias zonas sobre las que se han instaurado determinadas denominaciones que, sin concederles la protección legal de la que disfrutan los espacios protegidos acogidos a la norma, sí resaltan sus valores medioambientales.

La nómina aquí es mucho más amplia. Sólo en Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), la región cuenta con una superficie que supera el millón de hectáreas, lo que significa más de la cuarta parte del territorio. Del mismo modo, los Lugares de Interés Comunitario (LIC) engloban más de 800.000 hectáreas, casi la quinta parte de Extremadura.

En muchas ocasiones las denominaciones en estos parajes de interés medioambiental se solapan, ya que una zona puede ser ZEPA y a la vez tener también la consideración total o parcial de LIC y además estar acogida a alguna figura de protección legal.

Finalmente, Extremadura cuenta con dos perlas dentro de la lista mundial de humedales de interés natural. Se trata del embalse de Orellana y del complejo lagunar de La Albuera.