Ir al dentista no suele ser un trago agradable para nadie, pero la situación se complica cuando las características del paciente le convierten en poco colaborador o impiden la labor del profesional. Este es el caso de muchas personas con discapacidad psíquica que, aparte de no tener en la mayoría de los casos buenos hábitos de salud bucodental o estar incapacitados para ello, habitualmente han estado apartados de las consultas odontológicas, sobre todo por su propia resistencia. Sin embargo, los extremeños con un nivel de minusvalía intelectual superior al 33% tienen por ley (decreto 74/2003) derecho a recibir dicha asistencia y de ello se ocupa un programa específico para este colectivo, en marcha desde hace tres años y medio y que ya atiende a unas 3.900 personas, a las que se han efectuado unos 21.000 tratamientos.

Esta iniciativa viene a dar respuesta a una "vieja demanda; la salud oral de los discapacitados psíquicos", según uno de sus principales promotores: el doctor Jesús Rueda, responsable de este ámbito en el Sistema Extremeño de Salud (SES). Inicialmente, los responsables sanitarios de la región llevaron a cabo un estudio epidemiológico, a principios del 2004, para conocer cuántas personas eran susceptibles de recibir este servicio, así como dónde estaban y qué problemas tenían. Esta investigación reveló la "tremenda patología" que presentaba este colectivo, señala Rueda, "muy por encima de la población general" y su falta de abordaje, "al tratarse de pacientes especiales, con muchas singularidades".

Ante esa situación, ese mismo año se puso en marcha en Extremadura el Plan de Atención Dental para Discapacitados Intelectuales (Paddi), que en apenas seis meses (comenzó en julio) recabó la historia de 1.192 pacientes, a los que se les realizaron 2.349 tratamientos. Desde entonces y hasta el pasado 30 de noviembre, los profesionales que integran este proyecto han atendido a 3.879 personas, que han sido objeto de más de 21.000 tratamientos y cuya salud bucodental controlan periódicamente los profesionales del SES.

ACTUACIONES En el marco de este programa, dos equipos --uno en cada provincia-- compuestos por un odontólogo y un higienista llevan a cabo consultas periódicas en las ocho zonas sanitarias en que se divide la región. En las mismas, atienden a los pacientes --que son captados en los propios centros de salud-- según sus necesidades y efectuándoles tratamientos de todo tipo (extracciones, empastes, endodoncias, prótesis, etcétera), incidiendo especialmente en las medidas de "educación para la salud", para que los propios afectados y sus familias o cuidadores tomen medidas para que estos tengan un buen nivel de salud bucodental.

Pero, además, el Paddi contempla una solución para los casos más difíciles, aquellos en los que el paciente no colabora, impidiendo el tratamiento. En los mismos, es necesario recurrir a la anestesia general, en unas intervenciones que se llevan a cabo en la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria del Hospital Perpetuo Socorro de Badajoz. De este modo y siempre con la autorización de los tutores del discapacitado, este recibe un tratamiento global en quirófano, en el que participan todos los profesionales necesarios (enfermeros, anestesiólogos, odontólogos, higienistas...) y cuya duración varía en función de qué procedimientos sean precisos (se intentan llevar a cabo todos en una sola sesión, si es posible).