Es la epidemia del siglo XXI, se llama exceso de peso y afecta casi al 60% de la población adulta extremeña. ¿Qué supone? Una vida más corta y con más probabilidades de enfermar. El sobrepeso y la obesidad se asocia a un mayor riesgo de padecer patologías crónicas como diabetes, hipertensión, colesterol... y predispone a sufrir enfermedades cardiovasculares que son la primera causa de muerte entre la población en general. La segunda es el cáncer y también está asociado, en algunos tipos, al exceso de peso, que además se asocia frecuentemente con trastornos psicológicos.

Los peligros son de sobra conocidos, sin embargo, en las últimas décadas el número de personas con exceso de peso no ha parado de incrementarse. La última voz de alarma se dio hace unos días en el Congreso de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas. Los profesionales advierten: el sobrepeso y la obesidad están creciendo en España a un ritmo tan acelerado como en EEUU.

LA PREVALENCIA / Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 1980 y 2014 la prevalencia mundial de la obesidad se ha duplicado. A nivel nacional se cuentan casi 20 millones de españoles, el 54,5%, con un peso superior al que sería saludable. ¿Cuál es la situación en Extremadura? Aquí los datos son algo peores, los cuartos peores del país. El 57,4% de la población adulta tiene exceso de peso: 353.000 extremeños, el 38%, sobrepeso (aquellos cuyo Índice de Masa Corporal está por encima de 25) y otros 163.000 extremeños, el 19%, tienen obesidad (cuando el IMC es superior a 30), según la última Encuesta Nacional de Salud.

Y entre estos últimos están los mayores riesgos. «Evito usar la palabra obesidad porque la gente se asusta, pero sí les digo que tienen un índice de grasa que se relaciona con enfermerdades que puede llevar a complicaciones y reducir la esperanza de vida con el paso de los años», explica Beatriz Suero, farmacéutica y especialista en nutrición. Entre sus pacientes, jóvenes que acuden a ella para bajar de peso exclusivamente por una cuestión estética y otros más mayores que lo hacen preocupados ya por su salud. «A partir de los 40 años la gente viene porque tiene colesterol, diabetes...». Por eso, advierte de que la población no es totalmente consciente de los riesgos que supone la acumulación de grasa. «Es puro desconocimiento. Hay gente que cree por comer galletas integrales ya lo está haciendo bien», insiste.

Hay mejoras -según las estadísticas, el 65% de los extremeños come fruta diario, siete puntos más que hace una década- pero esta experta considera que falta formación nutricional entre la población. Lo ideal, cuenta, sería que los nutricionistas estuvieran en los centros de salud, pero reconoce que eso supondría un coste muy elevado al SES, por lo que propone un plan B: «charlas en todos los colegios y cursos intensivos para las personas que se encargan de la comida en casa».

SEDENTARISMO / Luego está la otra pata del problema: el sedentarismo. Según la última Encuesta de Hábitos Deportivos, el 53% de los extremeños mayores de 15 años no practica deporte. Los profesionales de la actividad física también han dado la voz de alarma y piden paso en el sistema sanitario. Consideran que su presencia en centros de salud y hospitales contribuiría decisivamente a la promoción del ejercicio, reduciendo así enfermedades crónicas y riesgos cardiovasculares.

Porque frente al exceso de peso no hay secretos. La receta es una combinación saludable de ambos: alimentación y ejercicio. «El estómago está en la cabeza y lo que hay que hacer es cambiar la actitud y los hábitos, tanto alimenticios como de actividad física», afirma Beatriz Suero.

«Está comprobado que el 95% de los casos de sobrepeso y obesidad en adultos está relacionado con el sedentarismo y una mala alimentación y apenas el 5% se debe a enfermedades o tratamientos farmacológicos», explica Eulalio Ruiz, médico de la Dirección General de Salud Pública y responsable del programa Educación para la Salud que desde el año 2005 promueve una actividad física y la alimentación saludable especialmente en los entornos escolares.

POBLACIÓN INFANTIL / Entre los más pequeños los datos de Extremadura entre están entre los más bajos del país, pero siguen siendo elevados: el 22% de los niños y niñas extremeños de 2 a 17 años tiene exceso de peso (el 11,8% tiene sobrepeso y el 10,3 obesidad). Y reducir estos números es un objetivo prioritario.

Desde el SES destacan el programa El Ejercicio Te Cuida, que promueve la actividad física entre los mayores, y la Unidad de Educación para la Salud que lleva a cabo distintas actuaciones que se contextualizan en el Plan para la Promoción de la Alimentación Saludable y del Ejercicio Físico en Extremadura 2015-2019: promoción de buenos hábitos en los centros educativos, facilitación de frutas, una convocatoria de premios para destacar los proyectos que abordan la alimentación saludable en los centros de salud, actividades formativas para profesionales de la sanidad y la educación, también para otros empleados públicos que se convierten en agentes de salud en sus entornos,...

No obstante, Ruiz destaca que queda trabajo pendiente para disminuir esta problemática que genera un alto coste al sistema sanitario. Pero para ello, recuerda, es necesario un abordaje nacional y europeo y resulta esencial también la colaboración de la industria alimentaria para cambiar la formulación de los alimentos procesados y de las administraciones para adecuar espacios que favorezcan la práctica de actividad física.