En la región han fallecido hasta ahora 543 personas diagnosticadas de sida. Esto supone casi la mitad (un 46%) de los 1.178 casos declarados en Extremadura desde el año 1985, conforme a los datos facilitados por la Consejería de Sanidad de la Junta.

Como dato positivo, las estadísticas del registro autonómico de sida revelan que la aparición de nuevos enfermos ha caído de forma ininterrumpida desde el año 2001. Así, hasta el 30 de junio de este 2009 apenas se han contabilizado tres nuevos enfermos, números muy alejados de los 157 de 1996 o de los 125 de 1997. Según los datos del Ministerio de Sanidad, en el 2008 Extremadura tuvo la segunda tasa de sida más baja de España, solo por detrás de Asturias, mientras que en el 2007 fue la más baja de todas.

Lo que sí que no ha variado en este periodo es la mayor prevalencia de la enfermedad entre los hombres (964 casos diagnosticados frente a 214 en mujeres), ni en la vía de transmisión, donde siguen predominando los usuarios de drogas inyectadas, con un 68,8% del total de casos, por delante de la vía sexual, con un 18%. Dentro de esta última, la heterosexual es la más frecuente, con un 65,2% de los infectados, si bien "específicamente es la conducta sexual varones homo/bisexual la más incidente", se explica desde la Junta.

En cuanto a la edad media de diagnóstico, el promedio es de 34,8 años, si bien esta variable ha ido aumentando durante los últimos años, situándose en los 55 años en el 2009.

Las dos categorías de transmisión más frecuente difieren en cuanto a los grupos de edad en los que son más habituales, de manera que los casos de sida en consumidores de drogas inyectada son más usuales en el grupo de edad que va de los 30 a los 34 años y los contagios por vía sexual en el comprendido entre los 35 y los 39 años.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que esta tendencia a la baja se aprecia en la detección de las enfermedades indicativas de sida, aquellas que caracterizan y definen a esta patología y que cada vez tardan más tiempo en desarrollarse gracias a la detección precoz de la infección y a los nuevos tratamientos para combatirla. Es decir, una persona puede estar infectada pero no haber desarrollado ninguna enfermedad. Si lo que se tienen en cuenta son las nuevas infecciones, las estadísticas de la Junta reflejan una evolución mucho más estable.

En los últimos nueve años se han notificado un total de 284 nuevas infecciones. El ejercicio en el que el número de diagnósticos alcanzó su máximo fue en el 2001, con cuarenta, y a partir de ahí las cifras han sido bastante homogéneas. Así, en el 2007 fueron 39 y el año pasado 37. Solo en este 2009 parece registrarse un descenso significativo, con ocho infecciones por VIH notificadas.

GRUPO DE EDAD El grupo de edad con más notificaciones es el que va de los 35 a los 39 años en el caso de los hombres, mientras que en las mujeres la mayor incidencia aparece entre los 34 y los 35. Por categoría de transmisión y sexo, se aprecia un cambio de tendencia respecto a los casos de enfermedad de sida (que recopilan datos desde una década y media más atrás), ya que tanto en hombres como en mujeres la vía más frecuente es la transmisión por conducta sexual, seguida de las drogas intravenosas. En cuanto a la mortalidad, entre estas 284 nuevas infecciones se han notificado 21 fallecimientos (un 7,39%), aunque no consta el estado de otras 62 personas.

Por último, en lo que respecta al estadio clínico de la infección en el momento de detectarse, desde la Junta se resalta que "es preocupante" el alto porcentaje (34%) de nuevas infecciones que "debutan directamente como sida, de ahí la importancia de hacer llegar a la población de riesgo la necesidad de hacerse estudios analíticos". En otro 32% de los casos la detección se realizó en un individuo que no presentaba síntomas, en un 12% en personas con sintomática sin criterios de sida y en un 4,9% durante la primera fase de la infección (primoinfección).