Entre otros establecimientos, los lectores de bandas se colocaron en varios locales de alterne de Cáceres y Toledo. Allí, los empleados pasaban dos veces las tarjetas de sus clientes para obtener sus datos bancarios. Mediante ese sistema, en los dos últimos meses del pasado año la banda estafó sobre todo a vecinos de las provincias de Avila, Madrid, Toledo y Cáceres.

Sin embargo, éste no era el único sistema. El contratista L.A.S.M. se prestó a simular el pago por el arrendamiento de la caza en varios cotos de Cáceres y Toledo. Durante el mes de diciembre pasado, la banda pasó 10 tarjetas de crédito duplicadas, lo que reportó el ingreso en su cuenta de más de 36.000 euros, que fueron retirados de inmediato y repartidos entre los delincuentes. En este caso los perjudicados fueron ciudadanos italianos, franceses y alemanes y una vecina de Bilbao a la que dejaron su cuenta a cero.

Otro de los detenidos, J.G.O., está acusado de pasar en sus clínicas madrileñas de tatuaje 14 tarjetas duplicadas o sustraídas. El cargo fraudulento hecho a esas tarjetas es de 1.500 euros.