El furtivismo sigue siendo uno de los mayores problemas a los que tienen que hacer frente los agentes del Seprona en Extremadura. En los últimos años han sido varias las operaciones de la Guardia Civil para acabar con este tipo de prácticas ilegales, unas acciones que no están exentas de circunstancias llamativas como el hecho de que se cacen tigres en La Siberia o que se sorprenda a un conocido torero con un rifle en una reserva natural de la región.

El último gran operativo tuvo lugar el pasado mes de febrero, cuando se detuvo a siete personas y se desarticuló una red dedicada a organizar cacerías ilegales en el norte de la provincia de Cáceres. Los hechos tenían lugar sobre todo en la Sierra de Gredos y especialmente en la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Entre el material intervenido había un centenar de piezas animales como rebecos, corzos, jabalíes, lobos, jinetas, zorros, gatos monteses, turones y ánades reales. Asimismo, hallaron trofeos de caza de cabra hispánica, muflón y venado, así como cráneos de antílopes africanos, búfalos y cabras montesas.

Pero quizás el caso más llamativo tuvo lugar a finales del 2005, en la finca Los Lunares de Monterrubio. Allí, según han revelado las investigaciones, se organizaban cacerías ilegales de especies exóticas como tigres, leones, jaguares, cebras, íbices (cabras salvajes de los Alpes), linces o pumas. La actividad se desarrolló durante cerca de cuatro años y los animales habitualmente se adquirían en zoológicos centroeuropeos. En total la Guardia Civil detuvo a siete personas.

Antílopes indios

Pocos días después, los agentes localizaron 12 antílopes indios en un coto de Zarza la Mayor. La finca estaba gestionada por un asturiano y se dedicaba de forma específica a organizar batidas de caza ´artificial. No se pudo demostrar que estos ejemplares fuese a ser víctimas de prácticas cinegéticas, pero se denunció a los responsables de la superficie por infringir las leyes regionales de contrabando y de caza.

Ya en julio del 2006 fueron detenidos dos vecinos de Helechosa de los Montes en la Reserva Natural del Cíjara. En el interior del camión en el que viajaban, los agentes encontraron armas cargadas para su uso, silenciadores y un foco para facilitar la visión en la oscuridad. Ambos fueron acusados de atentar contra la fauna, a pesar de no conseguir pieza alguna.

En ese mismo espacio natural, en septiembre del año pasado, el joven torero Matías Tejela era sorprendido practicando caza furtiva junto a otras dos personas que no pudieron ser detenidas. El diestro aseguró haber sido engañado por sus dos compañeros, que le habrían asegurado que la finca era propiedad de uno de ellos. En esta línea, la Guardia Civil sospecha de la existencia de una red ilegal que organiza este tipo de cacerías.