"Lo de Zarza la Mayor ha sido un cúmulo de errores e imprudencias". Así se pronunciaba ayer Rafael Domínguez, presidente de la Federación de Caza de Extremadura, tras conocer los detalles de lo ocurrido en la montería de Zarza la Mayor en la que murió el acompañante de un cazador por un disparo accidental de un montero. De momento ya ha concluido la autopsia del cadáver, y el caso está en manos del juzgado de instrucción número 6 de Cáceres. La víctima de este último accidente es Sergio Pérez Puente, un joven placentino de 26 años, del barrio de La Data, que hoy mismo será enterrado, a las 11 de la mañana, en la iglesia Santa María de la Esperanza de Plasencia.

"Muchas imprudencias"

En opinión de Rafael Domínguez, aunque los accidentes de esta gravedad no sean habituales en la comunidad autónoma, sí es cierto que "hay muchas imprudencias".

Por eso sentencia que "es lamentable que el cazador se despreocupe" cuando va a realizar una actividad que por sus propias características --se utilizan armas de fuegos en campo abierto-- comporta un riesgo evidente.

A la hora de analizar lo ocurrido en Zarza, donde falleció el domingo el joven Rafael Domínguez recuerda, en primer lugar, que "un cazador no se puede mover de su puesto sin avisar". A esto se suma que en este caso otro cazador disparó "al ver movimiento, sin saber lo que era, y eso tampoco se puede hacer".

A su juicio, otro de los problemas de estas monterías es que los cazadores "creen que hay que ir muy camuflados, cuando en realidad lo mejor sería que todos fueran con un chaleco amarillo", puesto que "los animales no les van a ver de todas formas".

Para el responsable de la federación regional de caza, "es inexplicable que pueda pasar algo así", por lo que hace un llamamiento a la responsabilidad de los cazadores.

En cuanto a los seguros, indica que todos los cazadores tienen una póliza de responsabilidad civil que cubre los daños a terceros, mientras que aquellos que están federados disfrutan, además de un seguro que cubre los daños propios.

Por desgracia, estos hechos son más habituales de lo deseable. Según los datos de la Federación Española de Caza, sin contar con el accidente mortal de Zarza la Mayor en lo que va de año esta actividad ha dejado 20 muertos y 863 heridos, unas cifras que duplican la media de los últimos años (entre 9 y 11).

Aunque la mayoría de estos accidentes se debió a disparos fortuitos de compañeros, a veces el arma se dispara contra el propio cuerpo, hay armas que explotan y hasta hay accidentes en los que es el perro de caza el que activa el gatillo y provoca el siniestro.