CCOO ha denunciado la masificación de las dos prisiones extremeñas que, en conjunto, albergan a 1.194 presos, un 49% más de su capacidad, que está en 800. Según el sindicado, la cárcel pacense cuenta con 780 reclusos, lo que supera en un 56% su capacidad, situada en medio millar como máximo. En cuanto a la cacereña, cuenta con 414 internos y su límite está en 300.

Desde Comisiones se ha exigido el cumplimiento de la ley para poner fin al hacinamiento y prevenir la aparición de posibles conflictos.

Además, el sindicato indica que la situación se agrava por la escasez de funcionarios de prisiones para labores de vigilancia y tratamiento, puesto que en las cárceles extremeñas hay 50 puestos vacantes. A esto se añade que la media de edad de las plantillas supera los 47 años, muy por encima de la de otras comunidades autónomas.