El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, afirmó ayer que el incidente de las llaves de la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, es "pecata minuta" y no ve en los hechos "maldad ninguna".

Cabe recordar que dos agentes de la Guardia Civil de Sagrajas buscaron el pasado domingo en ese pueblo a la asistenta de Pereira para pedirle las llaves de la casa de esta última, dado que las había extraviado. El PP extremeño pidió el jueves la dimisión de la delegada por este motivo.

Celdrán, dirigente también del PP, señaló sin embargo que a estas cosas no le da "importancia", y recordó que si la delegada había "tenido necesidad de llamar a la Guardia Civil, como si hubiera llamado a la Policía Local", ya que "hacerle un favor a alguien no cuesta trabajo, tengas uniforme o no tengas uniforme".