Han sido necesarios tres días y medio para controlar el fuego que, desde el sábado, ha calcinado 3.265,5 hectáreas de monte público, matorral y cultivos en Las Hurdes. Y durante otros dos días y medio más, los servicios de extinción han humedecido la zona afectada para evitar que los focos se reaviven. Ayer, el Mando único del Plan Infoex redujo a nivel cero --sin riesgos para las masas arbóreas ni otros bienes-- el grado de peligrosidad de este incendio --se trata del paso previo a la declaración definitiva de extinguido--. Pero pese al avance logrado, los trabajos en la zona para minimizar el impacto negativo de este siniestro sobre el entorno no han hecho más que empezar.

Según Greenpeace, existe el riesgo de que especies animales y vegetales de la comarca puedan verse afectadas por la "mayor turbidez, aumento de salinidad y deposición de sedimentos" de ríos, gargantas, embalses y aguas subterráneas como consecuencia del excesivo aporte de sedimentos y cenizas. Por eso la administración regional, que teme que algunos acuíferos puedan verse contaminados, ha anunciado que pondrá en marcha actuaciones ambientales "urgentes" para tratar de evitar que, por el arrastre de las primeras lluvias del verano, las cenizas puedan llegar a los pantanos.

"Pero más grave que las pérdidas forestales y del hábitat de diversas especies de animales, es el impacto sobre el suelo, cuya composición se modifica por las altas temperaturas de las llamas", advierte, por su parte, Jesús Valiente, de Adenex. En su opinión, si no se actúa rápidamente, el suelo puede quedar desprotegido y sometido a una "imparable" erosión por la falta de vegetación. Todo esto dificultaría la regeneración natural de la zona.

Según Adenex, a esto se suma otra circunstancia "de riesgo". Porque en el caso de los pinares, el fuego provoca la dispersión de las semillas e incluso que las propias raíces puedan rebrotar. De esta forma, el bosque se recuperaría poco a poco pero sin control, originando un escenario similar al que ha sido víctima de este último gran incendio en Extremadura. "Hay que intervenir desde el inicio, generando aclarados en el monte donde intercalar especies autóctonas, como la encina y el alcornoque, o el castaño en las zonas más altas", señala Valiente, que se muestra partidario de seguir reforestando con pino, "por su rápido crecimiento y adaptación en esta comarca, así como por su rendimiento económico", aunque pide hacerlo de forma más programada y controlada.

Según la Junta, los servicios forestales ya han empezado a planificar la restauración de la zona para que no se pierda la cubierta vegetal.