Si se cumplen las proyecciones de Eurostat, la población española aumentará casi en tres millones de personas para el año 2015, pasando de los 42,3 millones del 2004 a 45,2. Sin embargo, posteriormente el crecimiento se estancará y quince años después el censo apenas habrá ganado algo más de cien mil habitantes. En cualquier caso, la evolución será muy diferente dependiendo de la región de la que se trate. Así, mientras que Andalucía o la Comunidad Valenciana ganarán casi un millón de personas cada una, autonomías como Asturias, que pasará de 1,06 millones a 970.000, Galicia, de 2,7 millones a 2,4, o País Vasco, de 2,09 a 1,9 millones, experimentarán considerables descensos.

De las 197 regiones europeas analizadas, 101 contabilizarán retrocesos en su población en el 2031. En 85 de las 96 que tendrán auges, el único factor que lo posibilitará será la inmigración. En otras 51, ni siquiera el aumento de la inmigración paliará el crecimiento vegetativo negativo.