Extremadura puede haber sido el punto de origen de uno de los proyectos más ambiciosos de la Fundación Científica Europea: crear una red de centros de investigación punteros en materia sanitaria que sitúen al continente al frente de las últimas innovaciones quirúrgicas. El Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMI) de Cáceres clausuró ayer el encuentro que durante tres días ha reunido en sus instalaciones a los mayores expertos de Europa en tecnología médica, un encuentro en el que se han compartido conocimientos, experiencias y propuestas; en el que han expuesto los últimos avances en este campo científico, y que también ha sentado las bases para que estos grupos de referencia internacional estrechen su colaboración y desarrollen proyectos conjuntos.

"Esto es casi como el G-8 de la investigación de mínima invasión", advertía ayer José Blas Pagador, miembro del comité organizador de la reunión e ingeniero informático del área de Bioingeniería del CCMI. No en vano, entre los 25 participantes han estado nombres como los de Pierre Jannin, reputado especialista en neurocirugía asistida por ordenador; Thomas Lango, ingeniero noruego que ha codesarrollado un sistema informático que permite ver el interior del cuerpo del paciente en una pantalla mientras que el cirujano opera; o Werner Korb, que trabaja en la obtención de un clon físico del paciente, hecho con materiales sintéticos y que facilitará la labor del médico durante las intervenciones quirúrgicas.

"Hoy quizás hemos presenciado el germen de una red europea de investigación de altísima cualificación y que previsiblemente pueda tener aquí --en Cáceres-- un centro de reunión y de desarrollo de sus proyectos", reconoció ayer tras la clausura Enrique Gómez Barrena, directivo de la Fundación Científica Europea. "A partir del lunes vamos a comenzar a trabajar en esa red de cooperación de investigación", concretó, por su parte, Enrique Gómez Aguilera, catedrático de Ingeniería Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid y miembro del comité organizador de este encuentro.

En esta futura red, que todavía se encuentra en una fase germinal, el CCMI tendría un papel importante. Así lo reconoció Gómez Aguilera: "los 26 investigadores de los diez países y centros que han estado aquí estos días han podido contrastar las posibilidades que tiene este centro para investigar y desarrollar la alta tecnología y, lo que es más relevante, para validarlas y que se puedan aplicar en la atención al ciudadano. En este aspecto el CCMI es un centro muy importante para la UE".

Durante estos tres días los participantes han podido conocer los últimos avances en el desarrollo de herramientas y tencologías que permiten realizar intervenciones quirúrgicas complejas con las mínimas secuelas para el paciente. En concreto, estas jornadas se han centrado en la utilización de imágenes y modelos virtuales.

OPERAR CON IMAGENES EN 3D Así, por ejemplo, se ha abierto la posibilidad a utilizar las imágenes de pruebas médicas como el TAC, la resonancia y las ecografías para construir reproducciones virtuales y en tres dimensiones del paciente de manera que el cirujano pueda utilizar los robots quirúrgicos de mínima invasión con una precisión similar a la que tendría si estuviese operando con las incisiones tradicionales. "De esta forma el médico puede saber a qué se enfrenta y qué se va a encontrar en cada fase de la intervención, mientras que actualmente va casi a ciegas: interviene y decide sobre lo que se va encontrando", explican en el CCMI. Su director científico, Francisco Miguel Sánchez Margallo, también avanzó que el centro extremeño comenzará a trabajar en breve con tecnología de realidad aumentada.

Al margen de constituir la red europea y estrechar los lazos de colaboración entre los investigadores, los organizadores del encuentro también pretenden hacer llegar a la UE una serie de recomendaciones y conclusiones que sirvan para definir y trazar los futuros proyectos de investigación --fundamentalmente en el ámbito de la cirugía-- durante las próximas décadas. "Creemos clave que el personal clínico y los ingenieros deben compartir experiencias y trabajar conjuntamente para desarrollar este tipo de tecnología; que las herramientas deben ser correctamente evaluadas para poder introducirlas en los quirófanos; y que podamos mejorar la calidad asistencial de los pacientes mediante equipos multidisciplinares", subrayó Sánchez Margallo.