El antiguo edificio de Cetarsa, en Plasencia, ha cambiado el tabaco por la investigación de productos alternativos, el cultivo de la cereza o la producción del olivar para sacar provecho al potencial de las comarcas del norte. Pero no será antes del verano, cuando abra sus puertas el Centro I+D de Agricultura Ecológica que será de referencia nacional y cuyas obras de adecuación visitaron ayer la consejera de Empleo, Pilar Lucio, y la alcaldesa, Elia María Blanco, acompañadas por Jesús Alonso, el director general de Innovación y Competitividad Empresarial.

"Esperamos abrir en los primeros meses del verano --indicó el director general-- y, mientras tanto, estamos elaborando un plan estratégico que estará muy próximo a las necesidades del sector para incrementar las transferencias del conocimiento a la población agraria". Según sus cálculos, la inversión inicial de 3 millones de euros en la remodelación del edificio sito en la avenida de España se irá al menos a siete para que esté a pleno rendimiento y entonces será sede de una treintena de investigadores. Todo costeado por la Administración Central aunque la Junta de Extremadura colaborará con el equipamiento y la inclusión, en el proyecto, de un centro de formación.

Según explicó la consejera, para que los trabajadores extremeños tengan la oportunidad de formarse en los sectores de futuro y aumentar su competitividad. El Centro de Agricultura Ecológica y de Alta Montaña es un proyecto del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) que ocupará una superficie de unos 4.000 metros con un edificio central de 1.800 metros cuadrados, cuyas obras de remodelación se iniciaron al final del 2006, como recordó, satisfecha, la alcaldesa.