Un total de 212 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil serán los encargados, a partir del próximo día 10, de vigilar las inmediaciones de 82 centros escolares de Extremadura a fin de luchar contra el tráfico de drogas a pequeña escala y el consumo de estupefacientes.

No obstante, el número de efectivos policiales será mayor, ya que está previsto que a las tareas de control se incorporen agentes de la policía local, según indicaron ayer desde la Delegación del Gobierno en Extremadura, aunque todavía la cifra no se ha concretado. En este sentido, la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, se reunirá próximamente con el presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura, José Muñoz Núñez, para solicitar la colaboración de los ayuntamientos.

Según anunció ayer el ministro del Interior, José Antonio Alonso, en una rueda de prensa en la que justificó la puesta en marcha de este plan, en el conjunto del país se movilizarán más de 3.000 agentes de la Policía y de la Guardia Civil.

El plan, que se aplicará en todo el territorio nacional por un plazo no inferior a los dos años, se justifica en la disminución de la edad de inicio en el consumo de drogas hasta situarse en una media de entre 14 y 15 años y en el aumento del mismo entre los jóvenes. El objetivo es complementar a otro programa que entró en vigor el martes y que está centrado en la vigilancia de las zonas de ocio y de diversión.

Ambos dispositivos han sido elaborados por la Secretaría de Estado de Seguridad, que ha emitido ya las correspondientes instrucciones a las delegaciones del Gobierno y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

La finalidad es poder acabar con el menudeo en los entornos de los centros escolares, del que se realizarán informes trimestrales para su evaluación, según dijo Alonso, a fin de que los jóvenes "estudien y se formen en un entorno seguro y de que los padres estén tranquilos de que así va a ser".