Los Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) de Extremadura atienden cada año a unos 500 extremeños afectados por algún problema mental grave, como la esquizofrenia o los trastornos psicóticos. Su objetivo: mejorar las habilidades sociales de estos pacientes, fundamentalmente para mejorar su nivel de autonomía y calidad de vida.

En total, Extremadura cuenta con seis centros de este tipo --ubicados en Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito y Zafra--, que suman 380 plazas (que pueden ser utilizadas por más de un usuario). A ellos acuden, durante periodos indeterminados de tiempo (en función de las características de cada paciente), las personas que padecen algún trastorno mental grave. En general, las estancias duran una media de tres años.

"Estos pacientes no tienen por qué estar ingresados, ya que, si siguen un tratamiento adecuado, no es necesaria la supervisión continua. Lo que sí es conveniente, en muchos casos, es que sigan programas de rehabilitación, con objeto de adquirir, recuperar o mejorar algunas habilidades (capacidad para relacionarse, hábitos de higiene...", explica Miguel Simón, subdirector de Salud Mental. Para ofrecer este servicio, la Junta subvenciona los CRPS, que después gestionan asociaciones, organismos públicos (en el caso del Ayuntamiento de Plasencia) o congregaciones religiosas (las Hermanas Hospitalarias, en Badajoz y Cáceres).

Los programas que se desarrollan en estos centros son muy variados (habilidades sociales, autocontrol, psicoeducación, rehabilitación cognitiva, actividades de la vida diaria básicas, etcétera) y se adaptan a cada usuario, según sus propias características. Además, sus profesionales --psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales-- también ofrecen apoyo y asesoramiento a las familias, para afrontar situaciones que en muchos casos les provocan grandes desequilibrios emocionales.

Asimismo, los centros cuentan con algunos servicios complementarios, como los pisos de apoyo para los pacientes que deben trasladarse desde sus localidades de origen a las de los CRPS. Por otro lado, la Junta también está poniendo en marcha nuevos recursos, como los programas de rehabilitación laboral --de reciente creación-- o los centros de ocio.

Sin embargo, la Federación Extremeña de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes Extremadura) considera que aún es necesario seguir trabajando para adaptar los servicios a las necesidades de estos pacientes. En este sentido, denuncian que "se estima que el 1% de la población sufre alguna enfermedad mental, lo que significa que habría unos 10.000 afectados en Extremadura, por lo que las plazas son escasas".

En cambio, el subdirector de Salud Mental defiende que la oferta se adapta a la demanda, "ya que calculamos que hay unos 2.000 extremeños afectados, por lo que estamos llegando a un porcentaje muy alto. De hecho, somos la segunda comunidad con más plazas de España, solo por detrás de Castilla La Mancha", indica.