Ni la victoria de Obama, la tragedia de Barajas o las elecciones de marzo, el 2008 pasará a la historia como el "año como el que la economía, tal como la conocíamos, se vino abajo". Así se recoge en la Memoria del Consejo Económico y Social de Extremadura (CES), que además avisa que este año "será aun peor", por lo que hace "una llamada atención" a los agentes sociales y económicos de la región para que diseñen "políticas que puedan hacer que nuestra región afronte la crisis, que ya es realidad, con garantías y avance en el camino de la convergencia".

Es la principal conclusión del informe anual que el presidente del CES, Santiago Hernández, presentó ayer al jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara. Posteriormente fue dado a conocer, ante la presencia de la consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio, por la presidenta de la Comisión de Desarrollo Regional, Rosario Riñones (secretaria de Acción Sindical y Empleo). Esta última destacó que el año pasado se confirmaron "las advertencias y alarmas sobre el empeoramiento de la economía mundial y española" que el CES había expresado en informes precedentes y lo definió como "un año difícil".

Sin embargo, Riñones indicó que "en este contexto recesivo, el comportamiento económico de Extremadura fue moderamente positivo", lo que atribuyó a la "peculiar estructura productiva" de la región, que la permitió, aseguró, ser "más resistente que otras zonas al deterioro económico". Para ilustrar esta afirmación, recordó que el promedio de crecimiento en la zona euro fue del 0,9% y del 1,2% en España, mientras que en la comunidad alcanzó el 1,8%.

No obstante, añadió que en las últimas fechas del año las cifras de crecimiento eran negativas, como consecuencia del mal comportamiento de sectores como el de los servicios y del desplome de la construcción. A ese factor se refiere la propia memoria del CES, que señala que frente a la caída de estos sectores, "la agricultura resiste".

Sin embargo, el informe alerta, como ya hizo el año pasado, que las diferencias de la estructura productiva de Extremadura respecto a la nacional, "con un sector agrario con un gran participación en el PIB extremeño, un sector de la construcción con la aportación del 14,02% y un débil sector industrial, pueden provocar "desequilibrios importantes en épocas de crisis".

MAS VARIABLES Los efectos de la mala situación económica se dejan notar en otras variables, como el ajuste del consumo, que se refleja en el descenso del número de fincas hipotecas (13,8%) o de la matriculación de vehículos (28,91%). No obstante, la importación de bienes de consumo aumentó, a diferencia del conjunto del país, en Extremadura un 16,16% y el Indice de Producción Industrial de este tipo de productos también se incrementó (un 3,37%).

Estos y otros muchos datos conducen al CES a calificar el 2008 como el "año de la resistencia frente a la crisis y un periodo de certeza del diálogo social frente a la incertidumbre de aspectos tan importantes como la financiación autonómica". Consecuencia de todo ello surge su recomendación de comenzar a trabajar para diseñar políticas efectivas contra la crisis.