El presidente de Cetarsa, Julio Viñuela, asegura que la empresa realiza "lo que tiene que hacer en este momento" y reitera que busca, en coordinación con todos los agentes que operan en el sector del tabaco español y con las autoridades, una solución para el mantenimiento del cultivo del tabaco en España a partir del año 2010 --año en el que desaparecerán las ayudas acopladas a la producción de tabaco--. "Hasta que no encontremos esa solución, y veamos que funciona, lo mejor que podemos hacer es trabajar y callar, evitando confundir al sector con mensajes poco basados en un análisis objetivo de los problemas".

Según la agencia Europa Press, Viñuela sale así al paso de las informaciones y declaraciones publicadas en los últimos días sobre los efectos que pudiera a tener la reciente subida de impuesto en el cultivo y mantenimiento del tabaco a partir de 2010.

El presidente de Cetarsa asegura que "la solución a esta situación pasa necesariamente por ajustar costes de producción y márgenes, mejorar la calidad del tabaco y buscar, dentro del marco legal vigente, qué ayudas podrían utilizarse para lograr esos ajustes".

"Resolveremos el problema del mantenimiento del cultivo del tabaco si dentro de unos meses somos capaces de ofrecer a los fabricantes de cigarrillos unos volúmenes de tabaco de buena calidad, a precios competitivos, con los que obtienen para tabacos similares en otras fuentes de suministro", apunta.

En relación a las declaraciones que vinculan la subida de impuestos como una solución al problema del cultivo, Viñuela defiende que "mezclar ambas cosas no tiene demasiado fundamento y sólo contribuye a generar confusión en el sector. La subida del impuestos sobre las labores del tabaco es una decisión política que ha adoptado el Gobierno español que, como se dice en la exposición de motivos del decreto ley por el que se aprueba esa medida, pretende alcanzar dos objetivos, uno recaudatorio y otro sanitario".

Al respecto, desde Cetarsa se entiende que la medida del Gobierno pretende, por un lado, aumentar los ingresos públicos para financiar el aumento del gasto que ha exigido la actual situación económica y, por otro, mostrar su compromiso en mejorar la salud de los españoles reduciendo el consumo de tabaco.

"Y para lograrlo, utiliza el instrumento más eficaz de que dispone para ello, que es el impuesto u su efecto sobre los precios. Yo no veo que con esta decisión se pretendan conseguir objetivos adicionales a los declarados", recalca el presidente de Cetarsa.

Para Julio Viñuela "lograr la viabilidad del cultivo del tabaco a partir del 2010 es una decisión comercial que habrán de tomar los fabricantes de cigarrillos con sus proveedores atendiendo a consideraciones de mercado. A nadie se le oculta que llegar a este acuerdo, aunque sea estrictamente comercial, tiene una gran relevancia política, porque de él depende el mantenimiento de un número muy elevado de puestos de trabajo y todos, autoridades, asociaciones de cultivadores y transformadores y fabricantes de cigarrillos desean alcanzarlo".

Pero para lograrlo, el presidente de Cetarsa mantiene que "el instrumento básico no está en¿ la subida de impuestos, sino en los costes, la calidad y los márgenes".