La Compañía Española de Tabaco en Rama SA (Cetarsa) cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 8,9 millones de euros, justo en el momento en el que la Sociedad Estatal de Participación Industrial (SEPI) tiene en marcha el proceso de privatización de esta empresa pública. Cetarsa rompe así la tendencia de crecimiento mantenida durante los últimos años. El balance económico del 2002 estuvo marcado por el expediente de regulación de empleo llevado a cabo por la compañía y el reajuste en la contratación de tabaco que ha ido unido a una importante subida de precios en la materia prima.

En el informe de gestión del pasado año, la empresa reconoce que ambos hechos tendrán importantes consecuencias en el futuro desarrollo de la compañía. Cetarsa ha estimado que el coste estimado del capítulo de bajas y prejubilaciones alcanza los 22 millones de euros y supone una reducción de 420 personas en la plantilla. En el 2002, el gasto en personal se cifró en 39,3 millones de euros, cuando el ejercicio anterior se había cerrado con una partida de 17,4 millones.

La empresa tabaquera ha justificado que este expediente de regulación es consecuencia de un excesivo dimensionamiento de la compañía en comparación a su cuota de mercado. Tal y como adelantó EL PERIODICO EXTREMADURA, en el 2003 Cetarsa perdió poder en el reparto del mercado del tabaco y sólo procesará el 47,5% del tabaco frente al 63,3% del 2001. Fuentes del sector achacan esta reducción de cuota a la pasividad que ha mantenido la empresa pública frente a la agresiva política de precios de las multinacionales que operan en la región extremeña.

En ese sentido, la actuación llevada a cabo ha pasado por la interrupción de la actividad en las fábricas de Granada y Plasencia, así como por la reconversión de los centros de Jaraíz y Jarandilla en almacén, concentrando el proceso de transformación en las fábrica de Coria, Navalmoral de la Mata y Talayuela.

LAS CIFRAS CLAVE

Respecto al 2001, la tabaquera ha perdido 2,9 en su volumen de negocios (ventas), marcado en parte por el fuerte incremento en los precios pagados por el tabaco a los agricultores. La variedad Virginia aumentó en un 49,8% respecto a la cosecha del 2001 mientras que las de Burley fermentado y procesable creció en un 34,4 y un 20,5%, respectivamente.

Con estos datos, las pérdidas reales de explotación de Cetarsa en el 2002 fueron de casi 16 millones de euros, suavizadas en parte por los ingresos extraordinarios de la empresa, los beneficios de Inversiones Financieras Temporales -- (básicamente en Títulos del Estado y en activos del mercado Intersepi)-- y la posibilidad de no tener que tributar por el Impuesto sobre Sociedades al haber presentado un cierre contable negativo. Las pérdidas antes de impuestos era de 13.3 millones de euros.

La compañía considera que su fortaleza financiera ha podido soportar está salida de recursos y está en el mejor camino de consolidar su posición económica.