Las conversaciones entre la dirección de Cetarsa y los representantes de los trabajadores mantienen abierta una posibilidad de acuerdo en torno al expediente de regulación de empleo (ERE) que la compañía va a presentar y que afectará a 120 empleados (todos ellos extremeños). Ambas partes volvieron a reunirse ayer en Madrid para tratar de avanzar en las negociaciones. El resultado, hasta el momento, es un ligero acercamiento de posturas en la necesidad de minimizar el impacto de una medida tan drástica como el ERE, y de garantizar el empleo a corto y medio plazo.

Hasta el momento, la empresa ha hecho llegar a los sindicatos una serie de compromisos con el objetivo de "suavizar" este despido colectivo. Entre esas promesas, además de las indemnizaciones y las prejubilaciones "en condiciones ventajosas" ya anunciadas por Cetarsa, desde la dirección de la industria tabaquera contemplan opciones como la posibilidad de realizar traslados o recolocaciones en otros centros de trabajo a los empleados que lo soliciten; e incluso abren la puerta de volver a contratar a los trabajadores afectados por este ERE si la compañía necesita mano de obra en el futuro. Asimismo, la empresa ha prometido ayudar a estos trabajadores a encontrar una salida laboral a través de programas de formación y recolocación.

De momento los sindicatos se muestran cautos respecto a estos compromisos, similares a los recogidos en el acuerdo del ERE del 2002 y que "quedaron en papel mojado". No obstante, desde el comité intercentros se mantiene la disposición a negociar aunque advierten que "vamos a pelear por cada uno de los empleos que están en juego". Además, esperan que la compañía concrete en los próximos encuentros cuáles son sus planes de futuro y aporte detalles sobre la viabilidad económica de la empresa. Tras la reunión celebrada ayer, las partes reanudarán el diálogo el próximo lunes.