Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) están extremando las labores de control para evitar que el jacinto de agua --conocido como camalote-- supere la presa de Montijo y se extienda río abajo, según explicó Nicolás Cifuentes, ingeniero de la CHG, que compareció ayer junto al presidente de este organismo, Enrique Calleja, para explicar las medidas tomadas contra esta plaga.

Cifuentes indicó que los primeros brotes del camalote --considerado "una de las cien especies más peligrosas del mundo", según el ingeniero-- se detectaron en el Guadiana en verano del 2004, "pero no se desarrollaron y se consideró que desaparecería en invierno". Así fue, porque esta planta necesita mucho calor para extenderse, pero al llegar el verano siguiente se vio la verdadera dimensión del problema. En julio y agosto del 2005, el camalote colonizó un tramo de 75 kilómetros del río --entre Medellín y la presa de Montijo-- y afectó a las desembocaduras de los alfuentes Ruecas, Ortigas y Guadámez.

Esto ha supuesto la peor plaga vegetal sufrida por un río europeo, ya que el jacinto de agua ha aparecido en otras zonas, como Valencia, pero en variedades menos agresivas y con un desarrollo muy inferior.

UNA SOLA PLANTA "La primera fase del plan de actuación fue frenar la plaga en la presa, evitando que se vertiese agua por encima del muro y colocando rejas en los canales de riego de Lobón y Montijo, a la vez que se implantaban barreras en los tramos bajos de los afluentes para evitar que la planta subiese por los cauces", comentó Cifuentes.

Posteriormente, ya en otoño --"porque en verano lo intentamos pero fue imposible"-- comenzó la retirada del camalote, utilizando maquinaria especialmente adaptada, además de varias embarcaciones y más de 300 personas. En esta fase se retiraron más de 180.000 toneladas de camalote. Después las cuadrillas retiraron manualmente el que había quedado en zonas de orilla o islotes.

Finalmente, en la fase actual, el ingeniero de la CHG, que indicó que el coste acumulado de las actuaciones supera los siete millones de euros, explicó que se están controlando los brotes que surgen. "Hasta ahora hay muy poco, pero sabemos que cuando suba la temperatura volverá a aparecer, y que esto puede durar años o quizás quedarse para siempre", y se están realizando estudios en colaboración con la Uex para ver cómo se puede acabar con la plaga.

Cifuentes comentó también que todo el problema ha sido generado "por una sola planta" ya que el jacinto de agua, en condiciones favorables, se reproduce muy rápidamente "a un ritmo de 60 plantas por cada planta en diez o quince días".

En cuanto al origen, el técnico señaló que se supone que "alguien tiró una planta al río" y reclamó que desde la Junta se prohíba la venta de esta especie en las floristerías, donde se comercializa para ser utilizada como adorno en los estanques.

Por su parte Calleja se mostró esperanzado en que los estudios que se realizan den con el modo de erradicar la plaga.