Cuando parece que las agresiones a los profesores por parte de las familias de los alumnos comienzan a superarse, dos nuevas amenazas acechan a las aulas extremeñas. La primera, los alumnos con falta de interés que repiten curso una y otra vez. La segunda, el acoso a través de internet o bullying que los escolares extremeños ya han comenzado a sufrir. Sin duda, conductas mucho más sutiles que la violencia física pero que debido a la importancia de sus consecuencias, pueden hacer incluso que los jóvenes terminen cumplendo penas de cárcel.

Así lo manifestó ayer la consejera de Educación, Eva María Pérez, al inicio del pleno anual del Observatorio para la Convivencia Escolar, que se reunió en Mérida con lapresencia no solo representantes políticos, sino también de asociaciones de padres, profesores y sindicatos educativos. Al comienzo de la reunión, Pérez destacó que "ahora lo que preocupa, y no poco, son las conductas que llevan a cabo los alumnos que perturban el normal funcionamiento del aula con desinterés y falta de motivación, así como las nuevas formas de violencia escolar, como el ´ciberacoso´, que ya se están combatiendo con la ayuda de los cuerpos de seguridad del Estado y la Fiscalía de Menores".

Con respecto al primer caso, la consejera explicó que existe un protocolo, una especie de guía general para que los profesores sepan cómo actuar. Pero el presidente del sindicato de profesores PIDE afirma que queda mucho trabajo por delante. "Nosotros proponemos que se penalice de alguna forma a las familias cuyos hijos, por desinterés, impidan el normal funcionamiento de las clases. Por ejemplo, retirando las becas en el caso de que existan, porque puede darse el caso de que no colaboren a menos que vean que les afecta al bolsillo". El vicepresidente de ANPE, Francisco Venzalá, reconoce que es "un tema complicado" pero también urge una solución. "El hecho de que haya alumnos analfabetos en cuarto de ESO es un fallo del sistema" y por ello apuesta por "reforzar las vías de aprendizaje para que puedan hacer algo y no estén cruzados de brazos".

CIBERACOSO En el pleno celebrado ayer también se puso de manifiesto que en la región comienza a aflorar el ´ciberacoso´, una nueva práctica que todavía no está muy arraigada, según Pérez, pero que ya se está combatiendo con ayuda de los cuerpos de seguridad. Se basa en insultar o humillar a los compañeros de clase o del centro a través de las redes sociales, los foros o el correo electrónico y puede estar incluso castigado con penas de cárcel.

Chapado asegura que desde PIDE sí han tenido conocimiento de algunos casos en Las Josefinas y Las Carmelitas de Cáceres, pero dice que en la región son fenómenos que se han dado sobre todo en centros concertados y de manera muy puntual.