Las denominadas tortuguitas que habitan las charcas extremeñas podrían estar en peligro de extinción, por lo que un equipo del Area de Zoología de la Universidad de Extremadura realizará una catalogación que permita conocer el estado actual de esta especie animal, considerada la más antigua en vida del planeta.

El equipo de investigadores extremeños profundizará así en el conocimiento del Triops Cancriformis , término científico de una especie incluida dentro de los crustáceos branquiópodos y habitual poblador de las charcas temporales de la región.

La importancia de este estudio, indican desde el equipo científico dirigido por el profesor José Luis Pérez, radica en que es una especie que podría llegar a estar en peligro de extinción, por lo que en muchos países europeos ya está protegida. No obstante, los investigadores señalan que el primer paso para llegar a este punto en Extremadura es su catalogación y conocimiento exhaustivo.

PRIMERAS APRECIACIONES Los muestreos previos indican que los crustáceos branquiópodos están distribuidos por toda la geografía extremeña, habitualmente en charcas naturales de diferente tamaño y no visitadas por el ganado. Además, el estudio de la Uex pretende reclamar un mayor amparo proteccionista para este tipo de masas de agua características del clima mediterráneo.

Estas tortuguitas disponen de varios apéndices en el abdomen que utilizan para desplazarse y su ciclo de vida está asociado a la duración de las charcas en las que habitan. El nacimiento de los nuevos ejemplares se produce tras ser depositados los huevos en el lodo y una vez que el calor del verano ha secado la charca. A la siguiente temporada, la humedad que aporta el agua caída permite que los huevos puedan eclosionar.

Los científicos que trabajarán en la catalogación aseguran que estos crustáceos tienen un gran número de utilidades comerciales. Como ejemplo, los Triops Cancriformis se usan como habitantes de las peceras o en la elaboración de productos alimenticios para peces.