Los estudiantes extremeños de Opening y Wall Street han interpuesto ya casi 300 denuncias contra las empresas tras el cierre de estas academias de inglés en Cáceres y Badajoz. Las denuncias de los afectados se centran, especialmente, en la concesión de los denominados créditos encubiertos, aunque también hay algunos casos que se refieren a una presunta falsificación de datos personales que facilitaba el proceso de apertura de los créditos bancarios.

El presidente de la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), Javier Rubio, explicó ayer que su organización ha iniciado ya la tramitación de 275 demandas judiciales por el cierre de Opening y Wall Street en Extremadura, a las que hay que sumar las que algunos estudiantes han presentado de forma particular. En total, Rubio calcula que el cierre de las tres academias --dos de Wall Street y una de Opening-- ha dejado en torno a 600 personas vinculadas a los denominados créditos encubiertos.

Y es que la mayoría de los alumnos denuncian que al rellenar la matrícula estaban solicitando, sin saberlo, un crédito bancario que las entidades financieras siguen reclamando aunque se hayan interrumpido las clases. Además, algunos de los afectados aseguran que, al menos en el caso de Opening, la academia llegó a falsificar sus datos personales para facilitar la concesión del crédito.

El auténtico problema es que una vez que se suspendieron las clases las entidades financieras han seguido reclamando el pago de las mensualidades al entender que el crédito no está vinculado al curso de inglés, algo que ya han rebatido varias sentencias.