El número de mujeres en los órganos judiciales comienza a ser equiparable con el de los hombres. En España hay actualmente en los órganos judiciales 1.967 mujeres y 2.322 hombres, un 46% y un 54% respectivamente; porcentajes que en el caso de la Justicia extremeña están algo menos descompensados, al haber en ella un total de 65 mujeres (lo que supone un 42%) frente a 90 hombres (un 58%).

Aunque ellos sigan siendo mayoría, las cifras se van compensando y tienden a aumentar. De hecho, la incorporación de las mujeres al mundo del Derecho ha sido masiva en los últimos años y los hombres son ya minoría en las facultades de Derecho y en las últimas promociones de la Escuela de Prácticas Jurídicas.

La Justicia, con mayúscula, ya no es solo cosa de hombres. Antaño esta afirmación era cierta aunque no porque la mujer no quisiera formar parte de ella o porque se haya incoporado tarde a su mundo, sino porque en él no tenía cabida. De hecho, hasta el año 1966 las mujeres tuvieron prohibido el acceso a la carrera judicial. Y aún más, no fue hasta once años después, en 1977, cuando ingresó en ella la primera mujer.

Hace pues poco más de cuatro décadas que las puertas de la Justicia se abrieron para las féminas, y poco más de tres que la primera mujer entró por ellas. Hoy, 31 años después de aquel hecho pionero, las cosas son bien distintas, tanto a nivel nacional como en la Justicia extremeña.

REPARTO POR GENEROS No obstante, la pequeña descompensación que aún existe en términos generales se hace realmente importante si se habla de la cúpula de la Justicia. Cabe citar, como ejemplo, que en el Consejo General del Poder Judicial, compuesto por un presidente y 20 vocales, solo dos de estos son mujeres; o que solo uno de los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas está presidido por una mujer.

Ocurre de la misma forma en Extremadura, donde de los 14 puestos considerados altos cargos en la Justicia solo cuatro (un 28,5%) están en estos momentos ocupados por mujeres.

Así, junto a Julio Márquez de Prado, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), máximo representante de la Justicia en esta comunidad, también son hombres los que presiden las tres salas de este tribunal. En concreto, el magistrado Wenceslao Olea Godoy la Sala de lo Contencioso-Administrativo, que integran cuatro magistrados --tres hombres y una mujer--; Pedro Bravo Gutiérrez la de lo Social, que integran dos magistrados --un hombre y una mujer--; y el propio Márquez de Prado la de lo Civil y Penal, en la que además hay dos magistrados --un hombre y una mujer--.

En cuanto a las Audiencias Provinciales, de las que hay 50 en España, presididas por 45 hombres y 5 mujeres, en el caso de las cinco secciones que hay en la región tres están presididas por hombres (Juan Bote Saavedra, de la sección 1 de la Audiencia Provincial de Cáceres Cáceres; Enrique Martínez Montero, de la 1 de Badajoz; e Isidoro Sánchez Ugena, de la 2 de Badajoz); y dos por mujeres (María Félix Tena, presidenta de la sección 2 de la Audiencia Provincial de Cáceres; y Marina Muñoz Acero, de la sección 3 de Badajoz, con sede en Mérida).

Además, entre los otros 13 magistrados que integran estas cinco secciones de las Audiencias solo hay una mujer, en Mérida.

ALGO MAS DE PARIDAD Los únicos órganos jurisdicionales donde a nivel nacional hay más mujeres (el 52%) que hombres (48%), y que en el caso de Extremadura están prácticamente a la par, solo hay una mujer más que hombres --33 frente a 32-- son los juzgados. Esta paridad se refleja, por ejemplo, en el hecho de que son un juez y una juez los titulares de los dos juzgados de lo Contencioso-Administrativo que hay en Cáceres y también un juez y una juez de los dos que hay en Badajoz.

Adentrándose en otra rama de la Justicia, la del Ministerio Fiscal, es apreciable que en el caso de las fiscalías extremeñas también hay una mayor paridad. De los 46 fiscales que hay en Extremadura, 21 son mujeres y 25 hombres; y por provincias, cabe destacar que en Cáceres es mayor el número de mujeres fiscales --9 frente a 8--, mientras que de los 30 fiscales que hay en la de Badajoz 18 son hombres.

Pero al igual que ocurre en la judicatura, cuando se habla de élite también en la Fiscalía sigue siendo mínima la presencia femenina. De hecho, de los cuatro altos cargos que se suman al de fiscal Superior de Extremadura, que ostenta Aurelio Blanco, solo uno lo ocupa una mujer. Es Marta Abellán, que tras 18 años como fiscal en Cáceres --terminó la carrera de Derecho en 1987 y aprobó la oposición de fiscales un par de años después-- ha sido nombrada recientemente fiscal-jefe provincial de Cáceres.

Solo había otra mujer en la Fiscalía de Cáceres cuando ella llegó, pero asegura que nunca se sintió tratada de forma diferente por el hecho de ser mujer. "Nunca aprecié en mis inicios un trato sexista, pero sí, quizás, por parte de algunos jueces y magistrados, algunos abogados..., un trato algo paternalista, pero más por la edad, pues tenía 25 años, que por ser mujer".

Y si alguien le dispensó un trato sexista, señala, "fue por parte de alguno que lo hacía más por su carácter, por la forma de ser, que por la profesión", pero esto, añade, "es algo con lo que puedes encontrarse también hoy".

Aunque personalmente nunca ha tenido problemas en su profesión por el hecho de ser mujer, Marta Abellán sí reconoce que en sus ya más de 20 años de profesión las cosas en el mundo de la Justicia han cambiado mucho, y para bien. "Y si ahora se habla de nosotras es para valorar las cualidades que nos destacan, como la buena preparación, la perseverancia, la estabilidad...".

En cuanto a su nombramiento, derivado de la reciente creación de la Fiscalía Superior de Extremadura, como máxima responsable de la Fiscalía en la provincia de Cáceres, no cree que haya sorprendido, al menos no entre sus compañeros, con los que, dice, "tengo un trato muy bueno". Y en cuanto a si le impone o no el hecho de ser una de las cuatro mujeres que ocupan altos cargos en la Justicia extremeña, Abellán asegurá que "en absoluto", y reconoce al mismo tiempo que lo que "me extraña es que no haya más mujeres ocupando altos cargos".

Ella está convencida de que "en la próxima década serán diez veces más las mujeres que estén ocupando altos cargos en la Justicia, sería lo normal, no lo asombroso". Así debe ser, dice, teniendo en cuenta que cada vez son más en las facultades y escuelas, y que "se entiende legítimo que la mujer ocupe lo que a derecho tiene".

OTRA VISION FEMENINA Las apreciaciones de Marta Abellán las comparte Isabel María Collado, una licenciada en Derecho que en 1987 ingresó por oposición en el Cuerpo de Secretarios Judiciales y es, desde el 4 de octubre del 2004, secretaria de Gobierno del TSJEx. Con su nombramiento se convirtió en la primera mujer que en Extremadura ocupa este puesto, un cargo directivo del que dependen todos los secretarios judiciales de la comunidad.

Collado, al igual que Marta Abellán, considera que el hecho de que las mujeres "ocupemos altos cargos en la Administración de Justicia está dentro de la normalidad, y la realidad es que cada vez somos más mujeres en los juzgados y tribunales". Recuerda en este sentido que hace 21 años, cuando ella ingresó en la carrera, en el Juzgado de Don Benito los jueces, fiscales, forenses, secretarios... eran todos hombres, "pero ahora, si nos damos una vuelta por los juzgados y tribunales extremeños, veremos que la presencia femenina es evidente, e incluso hay casos en que juez, fiscal y secretario, abogados y procuradores, son mujeres".

Y en cuanto a su experiencia personal, tras casi cuatro años como secretaria de Gobierno de Extremadura, la califica de "magnífica" tanto en el Ministerio de Justicia como en el Consejo General del Poder Judicial, en la mayoría de las instituciones y entre sus propios compañeros secretarios de Gobierno, y asegura que "en ningún caso he sentido un trato distinto entre hombre y mujeres".

No obstante reconoce, también, otras realidades que no quiere ocultar, como la de que "se nos cuestiona mucho más, sobre todo al inicio del cargo", y el hecho de que cada día "tienes la sensación de que, por el hecho de ser mujer, tienes que probar que tu actuación puede ser, sino mejor, al menos sí igual que la de un compañero".

Y también reconoce que a veces se encuentran con "algunos tintes machistas, y aunque pienso que más bien son actitudes personales, sí reconozco que en algunos casos me ha sido complicado, al estar acostumbrados a ver el mérito solo en los hombres". Pero Isabel Collado lo tiene muy claro, "hay mujeres con mérito y capacidad, y si la propia inercia no basta, habrá que seguir luchando y demostrándolo día a día".