Según la Consejería de Agricultura, Extremadura aumentará su superficie de regadío a un ritmo de 6.000 hectáreas hasta 2016.

En esa fecha, la región contará con unas 300.000 hectáreas, cerca de 60.000 más que ahora.

Este avance se ejecutará mediante las actuaciones comprometidas en el nuevo Plan Nacional de Regadíos --que finaliza en el 2008-- y a través de la solicitud al Ministerio de Agricultura de la inclusión de nuevas zonas regables para los planes que se llevarán a cabo más allá de ese periodo.

Llevar a cabo las obras del Plan Nacional de Regadíos, que se aprobó en el 2002, supondrá una inversión superior a los 200 millones de euros.

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, una hectárea de regadío produce seis veces más que una de secano y cuatriplica el volumen de empleo de una explotación. La productividad del regadío la demuestra que sólo ocupa el 5,7% de la región pero supone el 61% de la producción final.