Un total de cinco ofertas se han presentado a concurso para optar a la licencia del primer casino de juego en la comunidad extremeña. La totalidad de los proyectos se concentran en la provincia de Badajoz, cuatro de ellos en la capital pacense y uno en la localidad de Trujillanos, cerca de la ciudad de Mérida. El plazo para la presentación de ofertas se cerró el 18 de diciembre y ahora la Junta de Extremadura tiene un periodo de tres meses para concretar el proyecto al que se asigne la concesión definitiva.

En la puja por el casino extremeño han entrado la principales firmas del sector del ocio en España. En ese sentido, en cuatro de los cinco proyectos está confirmada la participación de grupos recreativos como Cirsa, Orenes-Franco, Comar o Gran Casino Nervión. La Consejería de Economía había fijado en el pliego de condiciones que la empresa que aspirara a gestionar el casino debería estar constituida como sociedad anónima con domicilio en Extremadura.

Según ha podido conocer EL PERIODICO, la oferta presentada por Gran Casino de Extremadura podría tener como ubicación el Hotel Río, Casino del Guadiana en Confortel y Casino Ruta de la Plata podría tener como sede las actuales instalaciones del hotel Barceló Zurbarán, todos ellos en la ciudad de Badajoz.

La otra oferta en la capital pacense se han presentado bajo la denominación de Gran Casino Augusta y la de Trujillanos --iniciativa en la que participan personas que estuvieron vinculadas al Casino de Madrid-- se ha presentado como Casino Romano de Mérida.

La licitación contemplaba que el casino debería contar con un salón principal con capacidad, al menos para 350 jugadores, y una superficie mínima de 700 metros cuadrados. La concesión inicial contemplada tiene una duración de un año aunque será renovable por periodos de 10 años y cada dos años la Junta de Extremadura se encargará de revisar las instalaciones para ver si se cumple lo acordado.

La posible puesta en marcha de este casino venía recogida en la ley extremeña del juego que se aprobó en 1998. Según esta normativa, el número máximo de instalaciones de estas características que podría tener la región extremeña sería dos.